Berlín niega tráfico de influencias en el caso del marido del ministro de Sanidad

La empresa para la que trabaja como lobista vendió 570.000 mascarillas al gobierno

El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn ABC

Rosalía Sánchez

El Ministerio de Sanidad alemán ha negado cualquier irregularidad y ha puesto a disposición de los medios la documentación del contrato puesto en cuestión este fin de semana por el semanario 'Der Spiegel'. Se trata de la compra de 570.000 mascarillas FFP2 a la empresa Hubert Burda Media, cuya oficina en Berlín está dirigida por Daniel Funke, casado con el ministro de Sanidad Jens Spahn . Después de varios casos de tráfico de influencias en compras de material sanitario, por los que han dimitido tres diputados alemanes , el semanario sugería la implicación directa del ministro en un contrato cercano al millón de euros y en el que había jugado un papel su marido.

El Ministerio ha aclarado sin embargo que «el contrato se cerró y se ejecutó tras recibir la oferta según un proceso estandarizado, de acuerdo a la ley y a precios de mercado». La empresa ha declarado por su parte que no ganó un solo euro con la operación y que actuó con el único objetivo de colaborar en una situación de emergencia. Según un portavoz, fue la junta directiva del grupo de medios el que, al principio de la pandemia y en una situación de escasez, ofreció en abril de 2020 al Ministerio su ayuda en la compra de mascarillas. También ha precisado que Funke, al margen de la directiva, «ni siquiera estuvo informado ni implicado en ningún momento en la transacción». La acusación, en todo caso, toca la imagen del ministro, uno de los posibles candidatos electorales de la CDU para las elecciones del 26 de septiembre.

Según un portavoz de Burda , un holding propiedad del grupo actuó como intermediario y las mascarillas fueron vendidas a precio de coste. En el informe del ministerio, se reconstruye la tensa situación en la adquisición de material en esas fechas. A mediados de febrero, representantes del ministerio se reunieron con colegas de los estados federados, la Asociación Alemana de Hospitales, la profesión médica y los «fabricantes relevantes» para «discutir la situación específica del suministro en las instalaciones de salud», en un momento en el que se registraba un aumento drástico en el precio de los productos.

Como ejemplo, el ministerio cita la subida del precio de las mascarillas de una media de 22 céntimos a 1,17 euros en abril. Las máscaras FFP-2 y KN95 alcanzaban los 16,71 euros a mediados de marzo, «en casos extremos hasta 35 euros/pieza en abril de 2020», dice el documento, que nombra cuatro canales de contratación en un proceso que terminó el 3 de junio.

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