Las bellas y la bestia del narco

El relato de Sean Penn no cuadra con la leyenda, que presenta a «El Chapo» abusando de chicas en la Sierra Madre

Emma Coronel, cuarta esposa de El Chapo

YAIZA SANTOS

Las camisas de seda con estampado hawaiano, la voz nasal, algo atiplada, los ojos de par en par, inexpresivos, ante la cámara, bajito, gordo y feo, sería difícil imaginar a Joaquín Guzmán Loera c omo el seductor que presume ser si no fuera por lo que es: el líder del cártel de Sinaloa, el más poderoso del mundo. Ricardo III seduciendo a Lady Ana, solo que a la precaria realidad mexicana le queda grande Shakespeare.

El caballero que acompaña a Kate del Castillo a su habitación y vuelve a la mesa enseguida, según el relato de Sean Penn, está lejos de ese cacique que, según los rumores que alimentan su leyenda más oscura, se acostaba con menores de edad en los ranchos de la Sierra Madre del Triángulo Dorado con la aquiescencia o resignación de los padres de las chicas; de ese hombre «infame y cobarde», en palabras de la periodista Anabel Hernández, autora de «Los señores del narco», quien cuenta que El Chapo acabó violando junto a otros compañeros a una presa de la cárcel de Puente Grande –la primera en la que estuvo, de 1993 a 2001– por resistírsele «por las buenas».

Un hecho cierto es que con su detención y la posterior portada de «Rolling Stone» quedaron demostradas las dos principales debilidades del capo: la vanidad y las mujeres . Según un documento del gabinete de Seguridad mexicano que reveló en un reportaje el periódico «Reforma» en 2014, en la vida de Guzmán Loera ha habido siete mujeres, todas vigiladas, según el mismo reportaje: Karla Pérez Martínez, Griselda López Pérez, Adriana Trejo Retamoza, María Alejandrina Salazar, Blanca Esthela Peña García, Emma Coronel Aispuro y Agustina Cabanillas Acosta.

A golpe de tuit

Con cuatro de ellas se casó y con tres tuvo hijos . Con la primera, Alejandrina Salazar, a César, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo; con la segunda, Griselda López Pérez, a Joaquín, Édgar –asesinado en 2008 por una banda rival–, Ovidio y Griselda Guadalupe. Se dice que a la tercera, Esthela Peña, la raptó antes casarse con ella. La cuarta, desde 2007, Emma Coronel Aispuro, es sobrina de su antiguo socio Nacho Coronel, abatido en un operativo militar en Guadalajara en 2010; hija de Inés Coronel, también detenido por narcotráfico, y madre de sus queridas hijas pequeñas, las gemelas María Joaquina y Emali Guadalupe, de cuatro años. Por último, Agustina Cabanillas está documentada como amante del «Chapo» desde 2010.

El último intento conocido de conquista por parte de Guzmán Loera sería el de Kate del Castillo, intermediaria en favor de Sean Penn y presuntamente encargada del proyecto para llevar al cine la vida del capo. La relación entre ambos comenzó con varios mensajes en la cuenta de Twitter de la actriz hace tres años.

« Hoy creo más en el Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades aunque sean dolorosas», escribió en enero de 2012. La protagonista de la telenovela «La Reina del Sur» seguía –ortografía corregida por ABC–: «Sr. Chapo, ¿no estaría padre que empezara a traficar con el bien?», y tras varias propuestas confusas concluía: «Anímese, don, sería usted el héroe de héroes. Trafiquemos con amor, usted sabe cómo».

Todo habría quedado en papel couché si no fuera porque el capo recibió el mensaje y le mandó flores a la actriz "en agradecimiento".

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