La batalla ideológica de los demócratas se juega en Nueva York

La ciudad de Nueva York , la mayor de EE.UU., decide este martes su alcalde , un cargo de gran relevancia, con mucho poder en un motor económico y cultural del país y que, en muchas ocasiones, es un trampolín a carreras políticas más ambiciosas. Como ha ocurrido en los últimos ciclos electorales, esa batalla está casi decidida en una ciudad convertida en bastión progresista. Eric Adams , el candidato demócrata, es el favorito abrumador para imponerse frente a Curtis Sliwa , un republicano pintoresco, fundador de los Guardian Angels -un grupo de protección frente al delito formado por voluntarios- y locutor de radio.

La contienda por Nueva York se resolvió en junio, cuando se disputaron las primarias y se midieron las diversas corrientes demócratas. Adams, un exagente de policía centrista , que se ha opuesto al mensaje de ‘recortes’ o ‘abolición’ de la Policía que domina al sector izquierdista desde el verano pasado, fue un aviso para navegantes en el partido: quizá los izquierdistas tienen más peso en los medios y en las elites políticas que entre los votantes. Ahora, en la elección contra Sliwa, su margen de victoria -una derrota sería sorpresa mayúscula- definirá la oposición a medidas generalizadas entre los demócratas , pero que han soliviantado a parte de la población, como las órdenes de vacuna obligatoria para todos los funcionarios de la ciudad.

Adams, que se convertirá en el segundo alcalde negro de Nueva York y se ha calificado a sí mismo de «moderado pragmático» y «progresista verdadero», fue interpretado como una respuesta de los votantes a la agenda extremista que representan figuras nacionales del partido, como la diputada Alexandria Ocasio-Cortez , cuyo distrito está en los distritos neoyorquinos de Bronx y Queens.

Esa respuesta podría ser diferente en la segunda mayor ciudad del estado de Nueva York, Búfalo, que también elige a su alcalde. Aquí hay una guerra abierta entre India Walton y el actual regidor, Byron Brown . La primera forma parte de los llamados ‘socialistas demócratas’, como Ocasio-Cortez, y se impuso en las primarias. Brown, pese a ser derrotado y a que no aparecerá en las papeletas, ha pedido a los votantes que pongan su nombre en ellas, en lo que supone otra batalla entre las dos almas del partido, la izquierdista y la moderada.

Es la misma que enfrentó al senador y candidato presidencial Bernie Sanders con Hillary Clinton en 2016 y con Joe Biden en 2020, y que ahora descose a los demócratas en el Congreso, incapaces de avanzar sus ambiciosos planes de gasto por las diferencias entre unos y otros. Walton ha calificado a Brown de «títere de Trump», y él a ella de «demasiado peligrosa».