El Ayuntamiento de Lisboa contrata a la sobrina del presidente del Partido Socialista
Polémica en Portugal por el favoritismo hacia Inés César, familiar de Carlos César, también líder parlamentario socialista
![El primer ministro Antonio Costa ha tenido que calmar los ánimos entre sus aliados de gobierno](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2017/06/14/antonio-costa-kp2B--1240x698@abc.jpg)
Mientras Pedro Sánchez elogia al Gobierno socialista portugués y Pablo Iglesias se rinde aún más a sus pies, la polémica está servida en el país vecino con algunas de las últimas acciones tanto del Gobierno como del Ayuntamiento de Lisboa, del mismo signo político. Así, el Consistorio que comanda el discutido Fernando Medina da la nota con la contratación de Inés César , sobrina de Carlos César, presidente y líder parlamentario del Partido Socialista.
La empresa municipal Gebalis, especializada en los servicios sociales, no ha tenido ningún reparo en fichar a esta joven de 25 años, cuyo sueldo también se halla en el punto de mira. Cobrará 1.521 euros brutos mensuales, mucho más que el salario percibido habitualmente por los funcionarios de este ámbito.
Para colmo, según destapa una prestigiosa publicación digital portuguesa, esta mujer ya ejerció antes un cargo al calor del socialismo reformista que propone su tío, pues trabajó como «asesora» en la Junta de Distrito de Alcântara (a las afueras de la capital).
La ‘sobrinísima’ tardó únicamente cinco días en cambiar de cometido dentro del Ayuntamiento de Lisboa, un verdadero récord en estos tiempos que corren. Y una desfachatez, al decir de la oposición encabezada por el anterior primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho. Con anterioridad, la corta experiencia de esta chica se reducía a unas prácticas en dos empresas de márketing.
Su padre, Horacio, había desempeñado labores de asesor para el ex ministro de Cultura y ex alcalde Joao Soares, hijo del histórico Mario Soares y cuyo propio hijo también generó controversia al haber sido empleado en el Ayuntamiento lisboeta.
En consecuencia, las reacciones no se han hecho esperar en el seno del Partido Social Demócrata , que aspira a arrebatar cuota de poder a los socialistas en las elecciones municipales del próximo 1 de octubre. Y el aparato controlado por Passos Coelho recurre a la ironía en las redes sociales para describir: «Claro, era un desperdicio que un familiar del clan no tuviese un trabajo en la función pública. Finalmente, el error se ha corregido». Una afirmación cargada de segundas intenciones y refrendada por comentarios particulares del estilo «Es una vergüenza» o «El verdadero Portugal socialista luce así» .
Y no, n o estamos ante la primera vez que el entorno de Carlos César se ve involucrado en el ojo del huracán . Antes de sus actuales tareas en la cúpula de la Asamblea de la República y del partido, se había catapultado como presidente del Gobierno Regional de las islas Azores y allí comenzaron sus ‘andadas’ en este sentido, tal cual quedó demostrado cuando su mujer, Luisa César, accedió al puesto de coordinadora de los palacios de la Presidencia . Un ‘enchufe’ nada sutil porque trabajaba directamente con su marido.
Por otra parte, se da la circunstancia de que el Sistema Nacional de Salud ha transferido la compra y gestión de las vacunas a una entidad privada , una circunstancia considerada como «nada socialista» hasta en las propias filas del partido. La Asociación Nacional de Farmacias aparece como la gran beneficiada por esta polémica iniciativa, que no ha gustado nada a los dos socios radicales que sustentan al Gobierno socialista, es decir, los comunistas y el Bloco de Esquerda.
En los próximos días, el Ministerio de Sanidad del Ejecutivo dirigido por el primer ministro, António Costa, deberá emplearse a fondo para calmar los ánimos de sus aliados ya que todo puede desembocar en una situación excesivamente tensa en un gabinete que se mueve sobre el alambre, solo arropado por los buenos indicadores macroeconómicos (¿hasta cuándo?).
Las grietas en el interior del Partido Socialista amenazan con desplegarse desde que saltó por los aires su acuerdo con el alcalde de Oporto, Rui Moreira, un independiente encumbrado por el PS a quien no le hizo ninguna gracia que esta formación dijese hace unas semanas que contaba los votos de este popular político local como suyos propios.
Fue entonces, como reflejó ABC el mes pasado, cuando se rompió la alianza porque Moreira no dudó en considerar el pacto como bruscamente finalizado , en vista de que, a su juicio, la apropiación de sus sufragios había ido demasiado lejos.
Ahora, como reacción a su drástico divorcio, António Costa le ha hecho llegar una misiva en la que le deja claro que mejor se olvida de s eguir reclamando para Oporto la sede de la Agencia Europea del Medicamento , pues Bruselas pretende que se asiente en suelo luso. Hasta ahora, se alza en Londres, pero la victoria del ‘Brexit’ en el referéndum hace que la CE apueste por otro destino, dentro del perímetro de la Unión.
Le recuerda que su primera opción para poner en pie semejante edificio es Lisboa, no solo por ser la capital sino también por la cercanía de Infarmed, la agencia nacional que gestiona ese mismo cometido. Además, el Gobierno socialista también aspira a seguir promoviendo la cuna del fado como enclave para acoger la futura Escuela Europea.
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