Aumentan los saqueos violentos en toda Venezuela
La escasez de alimentos llega al 83% y se han registrado 250 asaltos a comercios en 5 meses
Cuando un kilo de lentejas alcanza los 6.900 bolívares , la mitad del salario mínimo (15.000 bolívares, 25 dólares), y el hambre aprieta porque no hay dinero para comprar, es cuando los venezolanos salen a la calle desesperados a saquear comercios con el riesgo de ser detenido o, en el peor de los casos, perder la vida. El único grito que se oye en las calles es «tenemos hambre» . Los saqueos han continuado de manera intermitente, pero en ascenso. Los saqueadores no avisan. Desvalijan los comercios de noche y de día, a cualquier hora, y se benefician del terror que producen las turbas, el desorden, llantos y gritos de los propietarios o clientes que pierden en minutos el dinero de muchos días de trabajo. «Todos mis ahorros, el esfuerzo de mi vida entera y el de mi familia invertidos en esta panadería y ahora todo destruido», decía entre lágrimas Joaquín Márques, un pequeño empresario de origen portugués que se había establecido en Cumaná, estado de Sucre.
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En Cumaná y sus alrededores se han registrado en los últimos días numerosos saqueos con el saldo de más de 400 detenidos , la mayoría menores de edad. Unas 150 tiendas fueron desvalijadas, entre ellas muchas que no vendían alimentos ni medicinas, porque el vandalismo se aprovecha del hambre existente.
Comercios desvalijados
Rubén Saud, presidente de la Cámara de Comercio de Cumaná, aseguró que los comercios han sido desvalijados y destruidos. En el estado Anzoátegui, los saqueos se han extendido a Puerto La Cruz y Barcelona y las autoridades han detenido a ocho personas, según el gobernador regional, Nelson Moreno. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social ha registrado más de 250 saqueos en los primeros cinco meses del año. La escasez de alimentos y medicamentos se ha disparado a más del 83%.
Por su parte, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, sostiene que «en Venezuela ya hay un estallido social, lo que no queremos es que sea generalizado e incontenible, por eso insistimos en una solución pacífica, que es el referéndum revocatorio. ¿Qué pasaría en el país si se cierra la vía democrática? Eso sería echarle gasolina al fuego, aumentaría la conflictividad y acabaría con la paciencia del pueblo, que es lo que estamos empezando a ver en la calle. El país es una bomba a punto de explotar y el revocatorio es la válvula de escape».
Capriles negó la tesis chavista de que existe una guerra económica contra el Gobierno. «Aquí lo que hay es una guerra del gobierno contra el pueblo. El Gobierno acabó con la producción nacional y ahora pretende ser el único proveedor de alimentos con los Clap («soviets» de alimentación). ¡Eso es una bomba de relojería!».