Asesinan a una concejal en Río de Janeiro tras denunciar violencia policial
Se sospecha que la ejecución de cuatro disparos en la cabeza sea una reacción a las criticas de Marielle Franco contra la intervención militar en la ciudad carioca
«¿Cuántas personas más tienen que morir para que esta guerra acabe?». Uno de los últimos mensajes de la concejal brasileña Marielle Franco parecía un mal presagio de lo que sería su muerte al día siguiente. La quinta más votada en la última elección municipal de Río de Janeiro , la joven activista de derechos humanos fue asesinada el miércoles en la noche con cuatro tiros en la cabeza en el centro de la ciudad.
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Concejal del izquierdista Partido Socialista y Libertad (PSOL), Marielle estaba en el asiento trasero, volviendo de un evento político cuando el vehículo en el que iba fue interceptado por otro auto del que salieron los tiros. El chófer del coche, Anderson Pedro Gomes, también murió en la ejecución con tres disparos en la espalda. La asesora de prensa sobrevivió al ataque.
Franco, de 38 años, venía destacándose por las críticas a la acción de la Policía Militar en las favelas y por denuncias de abusos. Era la relatora de la comisión legislativa municipal que sigue de cerca la intervención militar en Río , ordenada el mes pasado por el presidente Michel Temer como acción de su Gobierno para contener la ola de violencia desatada tras las Olimpiadas. Según los medios, la medida que nombró un militar para cuidar la seguridad de la ciudad, es una acción para mejorar la baja popularidad del presidente.
Conmoción en Brasil por el asesinato
La muerte de la joven, sin embargo, ha provocado fuerte conmoción en el país y en las redes sociales, donde sus seguidores califican el asesinato como un atentado político, que puede aumentar las críticas a la intervención. Socióloga, negra, nacida en la violenta Favela da Maré, su reducto político, Franco era conocida por el combate al racismo y a la violencia policial
La organización internacional Human Rights Watch pidió a las autoridades brasileñas una investigación «rápida, rigurosa e imparcial» del crimen contra la concejal y su chófer. «Marielle y Anderson son las últimas víctimas de un sistema de seguridad quebrado», declaró la organización en un comunicado. Amnistía Internacional también exigió «una investigación inmediata del asesinato».