Arrestan a los padres fugitivos del joven del tiroteo en Michigan

La fiscalía impuso cargos de homicidio involuntario contra los progenitores de Ethan Hawke, que mató a cuatro personas

Jennifer y James Crumbley, padres del joven Ethan Hawke que mató a cuatro personas en su instituto en Michigan AFP

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Jennifer y James Crumbley , los padres del joven de 15 años que protagonizó esta semana la última matanza con armas de fuego en EE.UU., fueron detenidos el viernes por la noche en Detroit (Michigan) después de haberse dado a la fuga tras haber sido imputados en relación con la tragedia.

La pistola que usó Ethan Crumbley el pasado martes en su instituto, en Oxford Township, una hora al Norte de Chicago, para matar a cuatro compañeros y herir a otros siete había sido adquirida por su padre pocos días antes.

Tras investigar las circunstancias de lo ocurrido, la fiscalía impuso cargos de homicidio involuntario contra los progenitores . La decisión de responsabilizar a los padres por una acción de su hijo con un arma de su propiedad es poco frecuente, pero está dentro de un creciente impulso legislativos en estados de todo el país para castigar a los progenitores en casos de este tipo.

Ethan Crumbley, mientras tanto, ha sido imputado como adulto , con cuatro cargos de homicidio, siete de ataque con intención de matar, uno de terrorismo y doce de posesión de armas.

Los padres habían desaparecido después de que sucediera la tragedia, y el viernes estaban en búsqueda y captura . Un anónimo dio pistas sobre su paradero, y fueron localizados en un almacén de Detroit. Las autoridades están investigando a una persona que les podría haber ayudado a encontrar escondite.

El juez impuso su detención provisional y estableció una fianza de 500.000 dólares a cada uno de los progenitores.

«Este es un tiroteo serio, horrible, que ha impacto a toda la comunidad», aseguró en la vista con el juez tras la detención de los padres la fiscal del condado de Oakland, Karen McDonald. «Y estas dos personas podrían haberlo evitado».

Según la fiscalía, los padres compraron el arma para su hijo y no hicieron nada a pesar de las advertencias por parte de la comunidad escolar de que existía riesgo de violencia . Al contrario, la madre le llevó a probar el arma a un campo de tiro y dejaron la pistola en un armario sin llave.

Aviso de un profesor

En el día previo a la masacre, Ethan Crumbley buscó en su teléfono información sobre munición para la pistola. Un profesor lo vio y contactó a la madre, pero esta no hizo nada. Al contrario, mandó un mensaje de texto a su hijo al respecto en el que se reía de la advertencia: «No estoy enfadada contigo. Tienes que aprender a que no te pillen».

Además, en la misma mañana de la tragedia, los padres fueron llamados a una reunión en el colegio por una nota que se había encontrado en el pupitre del hijo, en la que dibujó la pistola, figuras ensangrentadas y mensajes como «sangre por todos lados» y «los pensamientos no paran, ayudadme» . Ethan acudió también a la reunión con una mochila, en la que se cree que tenía la pistola. Los padres no mencionaron nada sobre la adquisición del arma a las autoridades escolares y se opusieron a que el chico volviera a casa ese mismo día. Poco después, disparó a sus compañeros.

La abogada de los padres aseguró que ellos no tuvieron nada que ver con la tragedia, que no conocían sus intenciones y que no buscaban huir a la justicia, sino que se fueron de su localidad «por su propia seguridad».

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