Ansia de una paz basada en la ley
Sólo la justicia puede reparar el daño, y es una condición previa e indispensable a la paz

Los colombianos han dicho «no» al acuerdo de La Habana para salvaguardar su democracia. Las operaciones antiterroristas impulsadas por Pastrana y Uribe diezmaron a las FARC , y el acuerdo sometido a plebiscito daba un respiro a un grupo criminal que cuenta con ingentes recursos del narcotráfico y constituye una amenaza para la seguridad global.
El «no» ha triunfado pese al reduccionismo del «paz o guerra» y los entusiastas apoyos de parte de la comunidad internacional. Es muy diferente firmar una paz que alcanzarla. Sólo la justicia puede reparar el daño, y es una condición previa e indispensable a la paz.
Colombia ha dicho «no» a las FARC, pero ansía la paz. Toca reestablecer los consensos democráticos para garantizar una paz justa , sin impunidad, que fortalezca las instituciones. Una paz basada en la ley, que reivindique a los verdaderos héroes: las víctimas, sus familias y los ciudadanos de bien.
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