Javier Ansorena - ANÁLISIS
Redoble de tambores a las puertas de 2020
Los demócratas salen con más poder de las legislativas, pero con la misma orfandad de líderes para plantar cara a Trump dentro de dos años
Donald Trump ha demostrado en su sorprendente carrera política que siempre es capaz de apretar un poco más el tornillo, cuando el resto del mundo creía que ya había tocado piedra o se había salido de rosca. Los que pensaron que los insultos -a periodistas, a los demócratas a sus propios contrincantes republicanos- se acabarían con las primarias, vieron a un candidato todavía más agresivo, que rompió los límites de la confrontación política . Quienes aseguraron que, ahora sí, con Trump en la Casa Blanca, el deslenguado neoyorquino bajaría al tono presidencialista, también se equivocaron. La campaña de las legislativas, sobre todo en su recta final, ha presentado al Trump más desatado. La lógica impone que, a partir de ahora, con un Congreso dividido y los demócratas al frente de la Cámara de Representantes, el presidente meta una marcha más.
Hoy es 7 de noviembre, pero en EE.UU. ya huele a 2020 y redoblan los tambores. Los demócratas, desde las comisiones parlamentarias de la cámara baja, van a tener la oportunidad ahora de torpedear la agenda política del presidente , de meter las narices en sus declaraciones de impuestos, de husmear sus negocios y de plantearse, incluso, el ‘impeachment’ del presidente, su juicio político. Todo ello, más que un desafío, es una oportunidad para Trump, al que nadie en el Capitolio le va a ganar cuando se baja al barro.
Los demócratas salen con más poder de las legislativas, pero con la misma orfandad de líderes para plantar cara a Trump dentro de dos años. Eso es un campo abierto para soldados de fortuna que pretendan dejar las buenas maneras de Obama y pelear contra el multimillonario con sus mismas armas. La tensión política en EE.UU. todavía no ha tocado techo.
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