Alemania no autorizará el gasoducto Nord Strean II si hay escalada en Ucrania

El asunto del día es sin duda el despliegue de 100.000 soldados rusos ante la frontera ucraniana

Una señal que dirige el tráfico hacia la entrada de la instalación de aterrizaje de la línea de gas Nord Stream 2 en Lubmin, noreste de Alemania AFP

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La ministra de Exteriores alemana, que acude hoy a su primera reunión con sus homólogos europeos, llega con una medida de presión a Rusia bajo el brazo. El asunto del día es sin duda el despliegue de 100.000 soldados rusos ante la frontera de Ucrania y a recién nombrada ministra, del partido Los Verdes, ha anunciado antes del encuentro que Alemania no autorizará el gasoducto ruso Nord Stream 2, ya terminado y esperando su licencia , en caso de que se produzcan pasos de escalada del conflicto. Alemania ha llegado previamente al respecto a un acuerdo de principio don Estados Unidos.

Debido a la tensa situación de seguridad en la zona, «el anterior gobierno alemán acordó con los estadounidenses» que en caso de nueva escalada el gasoducto no se pondría en marcha, ha explicado la ministra en una entrevista con la cadena pública de televisión alemana ZDF, en la que dio a entender que el nuevo gobierno, una coalición tripartita formada por socialdemócratas, verdes y liberales, mantendrá ese compromiso.

La ministra de Exteriores, que participó el fin de semana en una reunión del G7 dedicada a las tensiones con Rusia, se suma así de manera explícita a las amenazas que solo de forma velada había vertido hasta ahora sobre el Nord Stream II el canciller alemán Olaf Scholz.

El gasoducto, fuertemente apoyado en los últimos años por el presidente ruso Vladimir Putin y por Angela Merkel , en aras de asegurar el suministro de gas a Europa, ha sido muy criticado por países como Ucrania, que hasta ahora servía de país de tránsito del gas y se beneficiaba económicamente por ello. A Estados Unidos y a varios países de Europa del Este, empezando por Polonia, les preocupa sin embargo que Europa dependa demasiado de la Rusia de Putin. Tras su primer viaje oficial a París y a Bruselas, el nuevo canciller Scholz se trasladó ayer a Polonia, para expresar al gobierno vecino su apoyo frente a la «guerra híbrida» emprendida por Bielorrusia y su «consternación» por los movimientos de tropas rusas ante Ucrania, El primer ministro polaco, el conservador Tadeusz Morawiecki, calificó la visita como el «inicio de un nuevo capítulo» en las relaciones bilaterales, enturbiadas hasta ahora por el disenso en torno al proyecto Nord Stream II y por el contencioso con Bruselas en materia de derechos humanos y reforma de la Justicia polaca.

Sensibilidades del tripartito alemán

La ministra Baerbock también ha visitado Polonia en sus primeros días en el cargo y ha dejado evidencia de los matices que separan su posición de la de Scholz. Ella, como líder de Los Verdes, ha rechazado anteriormente el proyecto y no tiene reparos en mantener posiciones más explícitas, mientras que Scholz, a pesar de sus críticas, formalmente lo defiende . Alemania ejercerá la presidencia por turno del G7 el próximo año y la clarificación de su postura juega por tanto un papel significativo.

Baerbock ha adoptado para ese periodo el lema futbolístico del FC Liverpool «You'll never walk alone», a modo de gesto hacia la ciudad en la que, para ella, empieza esa experiencia y a modo de la voluntad de cohesión que espera de las siete grandes potencias ante los desafíos conjuntos. El caso es que dentro del tripartito alemán hay ya diversas sensibilidades , empezando por el gasoducto. El líder de grupo parlamentario socaildemócrata, Rolf Mützenich, considera que «debemos hacer todo lo posible para reducir el peligro de guerras y por ello romper con la espiral de amenazas y contra amenazas». En declaraciones que publica esta mañana el Rheinische Post de Düsseldorf, deja entrever su deseo de que sean Biden y Putin quienes se pongan de acuerdo sobre Ucrania, sin que Alemania deba dar pasos concretos de presión. Pero Baerbock insiste en la disposición de Berlín a dar ese paso: «tal y como están las cosas ahora mismo, el Nord Stream II no puede ser aprobado», han sido sus palabras.

Los partidos de la denominada «coalición semáforo», SPD, FDP y Los Verdes, habían pactado en el acuerdo de formación de gobierno que la ley energética europea se aplicaría a los proyectos energéticos, «y eso significa que, tal y como están las cosas, este gasoducto no puede ser aprobado porque no cumple los requisitos de energía europea», justifica Baerbock con el tecnicismo. De todos modos, «las cuestiones de ley y seguridad todavía están en su proceso administrativo», ha añadido.

Nord Stream II, un proyecto de la rusa Gazprom en el que participan también la empresa francesa Engie, las alemanas Uniper y Wintershall, la austriaca OMW y la anglo-holandesa Shell, recorre 1.230 kilómetros a través del mar Báltico y está listo para transportar gas desde Rusa hasta el norte de Alemania con una capacidad de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, lo que duplicará la capacidad de bombeo de gas ruso a Europa. El proyecto ha requerido una inversión de 10.000 millones de euros y atraviesa aguas territoriales de Rusia, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Alemania.

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