Alemania logra desbloquear el veto de Polonia al presupuesto
La aprobación de las cuentas, más cerca gracias a la fórmula propuesta por Berlín

La presidencia alemana ha propuesto una fórmula para convencer a Hungría y Polonia de que levanten su veto a los presupuestos europeos, basada en la posibilidad de que un país que sea señalado en el mecanismo de vigilancia sobre el respeto al Estado de derecho pueda acudir al Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo . La fórmula fue presentada ayer tarde a los embajadores de los países miembros y si resulta aceptada, deberá ser ratificada la semana que viene por el Parlamento Europeo. Todos los actores esenciales dan por hecho que será aprobada, pero, en el actual ambiente en Bruselas, también otras fuentes insisten en esperar y ver.
Los primeros ministros de Polonia, Mateusz Morawiecki , y Hungría, Viktor Orbán , se habían reunido el martes por la noche en Varsovia para analizar esta propuesta de la presidencia alemana. Los dos países exigen que las disposiciones sobre el mecanismo de condicionalidad -que liga el desembolso del fondo de reconstrucción con el respeto al Estado de Derecho- sean claras y no puedan ser utilizadas para ataques políticos contra ningún país. Lo que Alemania les propone ahora es que, sin necesidad de retocar en absoluto el diseño del mecanismo de condicionalidad, se deje claro que el país concernido podrá acudir al Tribunal Europeo de Justicia para que aclare las cosas, y en ese tiempo el procedimiento sancionador quedaría suspendido.
Polonia ya anunció ayer que estaba de acuerdo, pero exigía al mismo tiempo la garantía de la presidencia alemana de que esta solución será aceptada por los países que son denominados como « frugales », y que son los que quieren que se establezcan garantías sobre el buen uso de los fondos europeos que ellos contribuyen en gran medida a mantener.
Hungría, pendiente
El mecanismo de condicionalidad está ya definido y pactado entre el Consejo y el Parlamento, porque en ambos casos basta la mayoría. Sin embargo, Polonia y Hungría han amenazado con negarse a aprobar los presupuestos de los próximos siete años, para los que sí se requiere unanimidad, y de los que depende jurídicamente la puesta en marcha del fondo de recuperación para combatir los efectos de la pandemia, y que asciende a 750.000 millones.
Fuentes diplomáticas explicaron que la mayoría de los países no han tenido conocimiento de los detalles de esta propuesta hasta ayer a media tarde, durante una reunión de los embajadores ( Coreper ), y que casi todos los gobiernos decidieron estudiarla durante la noche para que sean los presidentes y los jefes de Gobierno los que la aprueben en la cumbre de hoy. El presidente del Consejo, C harles Michel , ha mencionado en su tradicional carta de invitación sus esperanzas de que los Veintisiete lleguen a un acuerdo. En todo caso, en la reunión de ayer de los embajadores, parece que los «frugales» (Holanda, Austria o Finlandia, entre otros) hicieron muchas preguntas al servicio jurídico del Consejo sobre los detalles de la propuesta, mientras que los representantes de Polonia y Hungría no intervinieron.
Si este anexo recibe la bendición de los presidentes en la cumbre que empieza hoy, se ha previsto que el Coreper se vuelva a reunir el sábado para aprobarlo formalmente como propuesta, que entonces sería votada la semana que viene en el Pleno del Parlamento. Lo que deja tiempo de sobra para que se tramite antes de fin de año tanto el marco financiero plurianual , es decir, el de los próximos siete años, que asciende a 1,1 billones de euros, así como el presupuesto de 2021, y así permitir a la Comisión tramitar el fondo de recuperación.
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