Alemania desmantela un atentado planeado para el 3 de octubre por una célula neonazi

En chats y conversaciones telefónicas denominaban «principiantes» a la NSU, la célula terrorista que asesinó a diez extranjeros por motivos racistas entre 2000 y 2007 en Alemania. Habían planeado un primer atentado terrorista que iba a tener lugar mañana, 3 de octubre, fiesta nacional de la Unidad Alemana , y que ha sido evitado con la detención de seis de los miembros de la organización. Un séptimo, en prisión desde el 14 de septiembre y considerado el cabecilla, ha resultado clave para desmantelar el plan. Todos ellos tienen entre 20 y 30 años y viven en las inmediaciones de Chemnitz , en el estado federado de Sajonia, este de Alemania

La Fiscalía general de Alemania ordenó ayer la operación policial en la que fueron desplegados cerca un centenar de agentes en las regiones de Sajonia y Baviera y en la que, además de las seis detenciones, se llevaron a cabo registros en varias viviendas y en otros locales supuestamente vinculados a la presunta organización terrorista de ultraderecha creada en el este del país a raíz de las marchas neonazis de Chemnitz. De acuerdo con la información facilitada por la Fiscalía, los seis arrestados, todos ellos de nacionalidad alemana, son sospechosos de haber fundado el grupo radical violento «Revolution Chemnitz», junto con otro hombre de 31 años, que responde al nombre de Christian K. y que fue detenido por grave perturbación del orden público durante aquellas manifestaciones, en las que se exhibieron símbolos nazis.

Según los medios alemanes, los detenidos pertenecen al mundillo hooligan, skinhead y neonaz i de Chemnitz y tenían intención de «atacar con violencia al Estado de derecho». Su plan para mañana incluía «agresiones y ataques armados contra extranjeros y contra quienes tienen otro modo de pensar». «Entre las personas con otras ideas políticas, los acusados incluían a representantes de partidos políticos, periodistas y a miembros del establishment social», informó ayer la Fiscalía en un comunicado, que definía el objetivo último de la agrupación como «terminar con la dictadura de los medios y sus esclavos» y «derrocar el Estado de derecho».

La acusación también ha desvelado que los seis detenidos habrían intentado hacerse con armas semiautomáticas. Además, sobre cinco de ellos recae la sospecha de haber participado, armados con botellas y guantes de arena de cuarzo, en actos violentos perpetrados en Chemnitz contra extranjeros el pasado 14 de septiembre. Esta acción, en opinión de los investigadores, habría sido considerada como una especie de «ensayo». Se referían a sí mismos como «élite de la extrema derecha» y «cabezas dirigentes de la revolución». Hoy tendrán que comparecer ante el juez instructor del Tribunal Supremo de Alemania.