Agricultores indignados acosan a Hollande en una feria agraria

François Hollande ha sido recibido este sábado en París a «tomatazos» verbales e insultos en el Salón de la Agricultura: «¡Dimisión! ¡Dimisión..!» «¡Un presidente nulo!» «¡Gilipollas!» «¡Un agricultor francés se suicida cada dos días!» , han sido algunos de los gritos que han lanzado en su contra los trabajadores del campo.

El Salón de la Agricultura es la gran cita anual del campo y los agricultores con el presidente, el Gobierno y las élites parisinas. Todos los presidentes de la V República, del general de Gaulle a Hollande, han iniciado o restaurado en ese salón su diálogo con una agricultura siempre esencial para la economía y el tejido social francés.

La última y gran crisis agrícola nacional coincide con la presidencia Hollande. Un agricultor francés se suicida cada dos días, víctima de una angustia social que no ha dejado de crecer. Según las cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, más de 40.000 explotaciones agrícolas se encuentran en una situación crítica.

Gran beneficiaria de la Política Agraria Común ( PAC ), durante varias décadas, la agricultura acusa con tintes dramáticos la evolución del proteccionismo agrario europeo. Y, desde hace meses, todos los sectores agrarios franceses están en pie de guerra, contra la Unión Europea y contra el Gobierno socialista de François Hollande.

De vuelta de una gira diplomática americana, el presidente de la República decidió «reanudar» su «diálogo» personal con la «Francia profunda», presentándose a muy primera hora de este sábado en el parisino Salón de la Agricultura. Con un resultado conflictivo, tenso y esperpéntico. Las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS, anti disturbios) se vieron forzadas a usar la fuerza para contener la cólera de los agricultores.

Acompañado de un aparatoso servicio de seguridad, el jefe del Estado tuvo que escapar de mala manera de los grupos de agricultores que protestaban a la entrada. Instalado desde hace meses en el melancólico podio del presidente más impopular de la V República , Hollande se vio forzado a recortar su presencia en el Salón de la Agricultura, huyendo por una puerta trasera para evitar nuevos insultos, retransmitidos en directo por varias cadenas de radio y televisión, con un efecto catastrófico para su imagen pública .