La activista saharaui Sultana Khaya hace un llamamiento desesperado para salvar su vida y la de su familia

Es la rutina nocturna de Sultana Khaya, activista saharaui por los derechos humanos, que cocina para su madre octogenaria y para su hermana Luaara. Sultana y su familia están en Bojador, en el Sáhara Occidental, territorio ocupado por Marruecos. Sin luz y sin agua porque las fuerzas marroquíes les han cortado los suministros. Viven vigiladas desde la calle, encerradas. Ahora se cumple un año de su arresto domiciliario ilegal. Sorprende su entereza mientras muestra su casa prácticamente vacía a la luz del día. Una vida que no ha elegido pero que enfrenta con arrojo, con el arrojo de los activistas por los derechos humanos. Meses de maltrato que se han podido denunciar gracias a los vídeos que envían a la prensa internacional. Sultana denuncia violaciones y vejaciones. Y durante todo este camino una reivindicación, porque Sultana encarna la lucha de la mujer y del pueblo saharaui. El derecho de un pueblo que vivió en lo que fue colonia española, un territorio que abandonó España y ocupó Marruecos. Una zona que, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), está sin descolonizar. España es responsable como potencia administradora de lo que aquí ocurre, de lo que viven Sultana y su familia. -Redacción-