ACARS, el sistema que detectó humo en el vuelo MS804 que se estrelló el jueves en el Mediterráneo

Utiliza señales de radio de muy alta frecuencia (VHF) para enviar y recibir información cada cierto tiempo, desde fallos técnicos a simple rutina

ALICIA ALAMILLOS

A la espera que el operativo de búsqueda pueda analizar las cajas negras , verdaderos baúles del tesoro a la hora de esclarecer un suceso como la caída del MS804 sobre el Mediterráneo, otras piezas del puzle pueden ofrecer nuevos datos que los investigadores ponen ya sobre la mesa. El primero ha sido el ACARS, un sistema de emisión y recepción de datos entre el aparato y tierra.

El ACARS, acrónimo en inglés del «Aircraft Communications Addressing and Reporting System» utiliza señales de radio de muy alta frecuencia (VHF) para enviar y recibir información cada cierto tiempo, desde fallos técnicos a simple rutina. Los mensajes, que son recibidos por estaciones de tierra o satélites, incluyen desde la hora exacta de despegue y aterrizaje, condiciones atmosféricas, hasta la cantidad de combustible a bordo. Pero también, como en el caso del MS804, humo en el sistema eléctrico del avión . El ACARS recoge la información mediante unos sensores colocados en zonas estratégicas, incluidas puertas o frenos, para facilitar el seguimiento del vuelo. Sin embargo, como advierten desde sitios especializados en aeronáutica, aunque muy útiles, los mensajes son esporádicos y en ocasiones, por ejemplo, no incluyen datos de posición.

Según confirmó ayer el portavoz de la Oficina de Investigación y Análisis francesa (BEA), Sebastien Barthe, « los sensores del aparato emitieron mensajes que indicaban que había humo en la cabina poco antes de que se interrumpieran las comunicaciones». Desde las 2:26 hora local y durante tres minutos, el avión envió mensajes automáticos señalando la presencia primero de fuego en el lavabo, pero también en los sistemas electrónicos, justo debajo de la cabina del piloto. Los escuetos “00:26Z 2600 SMOKE LAVATORY SMOKE” y “00:27Z 2600 AVIONICS SMOKE” fueron recogidos por el sistema ACRAS y, según confirmó a la agencia AFP un oficial del Ministerio de Aviación Civil egipcio, ya están siendo investigados. A las 2:29 el avión dejó de emitir, y un minuto después desapareció de todos los radares, ya dentro del espacio aéreo egipcio.

Al Sisi: «No hay que descartar nada»

El Ministerio de Petróleo egipcio ha enviado un submarino para participar en las labores de búsqueda de los restos del avión de Egyptair, siniestrado el pasado jueves en aguas del Mediterráneo, a 290 kilómetros de la costa egipcia, ha anunciado el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi.

En un discurso ofrecido con motivo de la inauguración de una ampliación de una fábrica de fertilizantes en la provincia septentrional de Damieta, Al Sisi ha subrayado que «en cuanto se conozcan los resultados de las investigaciones (sobre el accidente) se anunciarán de inmediato». El presidente de Egipto no ha descartado ninguna posibilidad en la causa del siniestro del avión de EgyptAir. «Hasta ahora todos los escenarios son posibles, así que por favor es muy importante que no hablemos y digamos que hay un escenario concreto», ha afirmado Al Sisi durante un acto para inaugurar una planta de fertilizantes.

Según señala a ABC Robert Mann, experto aeronáutico, dichos sensores indican presencia de humo, pero también de condensación producida por una rápida descompresión y la consecuente pérdida de poder del sensor, por lo que todavía es pronto para apostar por una hipótesis concreta. En la misma línea se ha mantenido el portavoz del BEA, quien señaló que la presencia de humo « no permite sacar por el momento ninguna conclusión sobre las causas del accidente».

«La pregunta ahora es si el fuego que provocó el humo fue resultado de un fallo eléctrico, como un cortocircuito, o de algún tipo de explosivo o dispositivo incendiario utilizado, quizá por un terrorista, para generar fuego u otros daños», escribe en su página web el experto en aviación Davis Learmont.

La presencia de fuego a bordo no explica todavía el hecho de que los pilotos no reaccionaran ante las señales del sensor, así como el brusquísimo y errático descenso del avión. Y aunque las autoridades no apartan del tablero la posibilidad de un ataque terrorista, considerado por Egipto como “más probable” que un fallo técnico, analistas especializados en terrorismo yihadista en la zona, consultados por ABC, tienen sus dudas.

« ¿Por qué explotarlo encima del mar? ¿Por qué no sobre Francia, o Europa? ¿No maximizarían así las víctimas, causando además un atentado mucho más aterrador y significativo?», se pregunta Mojtar Awad, del Carnegie para Oriente Medio. «Una aerolínea europea es un objetivo mucho más atractivo. Quizá pueda parecer más sencillo introducirse en un avión de EgyptAir, pero no creo sea más difícil introducir una bomba en, por ejemplo, una aerolínea rumana».

« En este momento, estamos examinando todos los escenarios », declaró al respecto el ministro de Exteriores francés Jean-Marc Ayrault. Según señaló a los periodistas tras reunirse con las familias de las víctimas, ahora «la prioridad» es encontrar las cajas negras, «que ayudarán a responder todas las dudas (de las familias)». La profundidad del fondo marino en la zona estimada de caída del avión dificulta las labores de búsqueda de las cajas, que recogen todas las comunicaciones de la cabina y son pieza clave en la investigación del incidente. En declaraciones retransmitidas por la televisión estatal, el director de EgyptAir, Safwat Moslem, informó de que el radio del área de búsqueda es de unas 40 millas náuticas, es decir, 8.000 kilómetros cuadrados de mar Mediterráneo, donde ya se han encontrado los primeros cuerpos y fragmentos del avión.

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