ABC viaja a las trincheras que aguardan a los rusos para frenar su avance a Zaporiyia

El avance del Ejército ruso desde las ciudades del sur de Mariúpol o Meritópol en dirección hacia Zaporiyia , el primer enclave importante en suelo ucraniano, es una posibilidad y un temor . No en vano, las tropas de Vladímir Putin castigan constantemente con artillería estas zonas, denominadas «grises», en los que el frente de combate se va moviendo según las ganancias o pérdidas de cada parte sobre el terreno.

En las márgenes de la carretera a la altura de Lyubymivka, antesala de Zaporiyia, muchos metros de trincheras profundas son la demostración de que los soldados ucranianos esperan tarde o temprano que por aquí aparezcan las columnas enemigas . Son trincheras convencionales, como salidas de una película de la Primera Guerra Mundial. No lejos, en las atalayas cercanas a las cunetas también se han abierto puestos de tirador, de momento vacíos, y a distancia correcta de los parapetos y las muy numerosas barreras de erizos checos, las estrellas de vigas de hierro sólidamente dispuestas en fila sobre las calzadas, que se han multiplicado en los últimos días para obstaculizar el paso de los vehículos enemigos.

En los alrededores de esta infraestructura defensiva, ciudades como Tokmak o Vasylivka están bajo total control ruso y, en torno a ellas, este mediodía se podían escuchar nítidamente los impactos de la artillería.