El 80% de la ciudad iraquí de Ramadi está destruida
La ciudad y en especial su centro, donde se ubica el complejo gubernamental, fue un auténtico campo de batalla durante la última semana de ofensiva militar
El 80% de la ciudad iraquí de Ramadi está destruida tras meses de combates y bombardeos y debido a que los terroristas del grupo Daesh hicieron explotar cientos de edificios, ha informado este martes la Gobernación de la provincia de Al Anbar. La mayoría de las viviendas están destruidas y por el momento son inhabitables , según ha señalado en un comunicado. Gran parte de los edificios gubernamentales están también en ruinas, una destrucción que han mostrado las imágenes difundidas por la televisión estatal Al Iraquiya.
La ciudad y en especial su centro, donde se ubica el complejo gubernamental, fue un auténtico campo de batalla durante la última semana de ofensiva militar, pero sufrió además los estragos de la guerra desde que en mayo fue capturada por Daesh . La nota también ha denunciado que los yihadistas destruyeron con explosivos edificios oficiales y casas de miembros de las fuerzas de seguridad antes de abandonar la ciudad.
Un responsable militar, que participó en las operaciones de liberación de Ramadi, ha indicado por su parte a Efe que Daesh considera a los policías como apóstatas y que por ello confiscó sus viviendas y luego las hizo explotar . Algunas casas han sido destruidas también por los bombardeos de la aviación de la coalición internacional e iraquí, porque habían sido convertidas en sedes y cuarteles de los yihadistas.
Dinamitar la ciudad
Este lunes, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, afirmó en su discurso que los terroristas habían colocado artefactos explosivos en casas, mezquitas, hospitales y calles , con el objetivo de impedir la llegada de las fuerzas iraquíes a la ciudad. Las fuerzas iraquíes trabajan de hecho este martes en la desactivación de estos artefactos, pero estas tareas llevarán tiempo debido a la gran cantidad de explosivos y a que es difícil hallarlos entre los escombros.
Pese a todo, en Ramadi reina la calma, mientras las autoridades abordan los medios para garantizar su seguridad. El ministro del Interior, Mohamed al Gaban, se ha reunido este martes con el gobernador de Al Anbar, Suhaib al Raui, y ambos han decidido que se encarguen de mantener la seguridad brigadas especiales y la Policía de la provincia. La pérdida de Ramadi supone un duro golpe para los yihadistas y permitirá a las fuerzas gubernamentales centrarse en la liberación de Mosul, la segunda ciudad del país y el principal feudo de Daesh en Irak.