Antonio Costa calma a la UE ante un posible Gobierno luso de izquierdas

El líder socialista portugués insiste en que su partido «no es Syriza» para tranquilizar a los medios financieros

Antonio Costa calma a la UE ante un posible Gobierno luso de izquierdas afp

francisco chacón

António Costa se afana en preparar a Europa para una coalición gubernamental de izquierdas en Portugal , que sería histórica si se confirma porque nunca antes había ocurrido. Hasta ahora, la estrategia del líder socialista parecía apuntar a un acercamiento a su flanco izquierdo ( la coalición CDU, encabezada por los comunistas, y el Bloco de Esquerda ) como medida de presión mientras negociaba con el primer ministro en funciones, Pedro Passos Coelho.

Pero su reunión con este último finalizó la noche del pasado martes con un absoluto fracaso. «No hemos avanzado nada», reconoció el propio jefe del Ejecutivo, en la cuerda floja desde que desapareció la posibilidad de una mayoría absoluta en las elecciones legislativas del pasado 4 de octubre.

Ahora sí se atisba un giro a la izquierda en el país vecino, toda vez que Costa ni siquiera se contentó con las rebajas de los recortes en la propuesta de Passos Coelho, que incluso se mostró dispuesto a restablecer el Ministerio de Cultura, suprimido por él mismo en aras del ahorro en las cuentas del Estado.

Tal vez la categórica afirmación de Catarina Martins (rostro visible del Bloco) hace unos días no sea entonces un farol político, pues dijo: «El Gobierno de la austeridad y el sufrimiento han llegado a su fin». Unas palabras que lanzó al aire tras conversar con António Costa en tono conciliador.

El hombre fuerte de los socialistas busca tranquilizar a los mercados financieros y a la UE, consciente del nerviosismo que provoca en ellos un viraje en el destino de la Asamblea de la república. Así, ha declarado a la agencia France Presse de forma rotunda: «Europa puede estar tranquila porque el Partido Socialista portugués no es Syriza».

Por su parte, Passos Coelho dice que aún espera una contrapropuesta del partido socialista.

El panorama, eso sí, sólo se completaría si el Bloco de Esquerda y la CDU liman sus asperezas. Por ahora, Costa los ha convencido para dejar aparcados los dos puntos que le separaban de ambos: la permanencia en el euro y la renegociación de la deuda. Sólo así se entiende que hayan acercado posturas. El culebrón político continúa en Portugal.

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