Una veintena de diputados laboristas se rebelan contra Corbyn en el Parlamento
El líder laborista había ordenado votar en contra de una nueva ley que obligará a gobernar con superávit

El Parlamento británico ha aprobado en la noche de este miércoles, por 320-258, una ley presentada por los conservadores para que a partir de 2020 los gobiernos se vean obligados a gastar en cada ejercicio siempre menos de lo que ingresan fiscalmente. Es decir, los ejecutivos del Reino Unido habrán de gobernar con superávit por ley , salvo en años en que la economía crezca menos del 1%, caso en que se hará una excepción.
Noticias relacionadas
Pero el morbo de la velada no estaba en si la ley saldría adelante o no, pues la mayoría absoluta conservadora lo garantizaba, sino en que se trataba de un test para calibrar hasta donde llega la autoridad del controvertido nuevo líder laborista , Jeremy Corbyn . Hace dos semanas, John McDonnell, un marxista radical elegido por Corbyn como su hombre fuerte en economía, había dicho que los laboristas apoyarían la ley del superávit del ministro de Hacienda tory, George Osborne. Sin embargo el pasado lunes McDonnell cambió de idea y anunció que votarían en contra. El giro provocó en la noche de ese día una tumultuosa reunión de la cúpula laborista, donde algún moderado llegó a calificar la situación de «chiste». El propio McDonnell reconoció que la situación que generó era «embarazosa» y «confusa» .
Corbyn se hizo célebre por votar más de 500 veces contra las instrucciones de la cúpula laborista
Finalmente hubo rebelión, pero Corbyn salva los muebles. El grupo parlamentario laborista cuenta con 232 diputados y, según los primeros cálculos, se cree que han desobedecido a su líder una veintena , que en lugar de votar en contra como se les había ordenado se ha abstenido. La situación era de todas formas confusa tras la votación. El Partido Laborista publicó primero un tuit diciendo que había habido 30 abstenciones, pero a los pocos minutos las bajó a unas 20. Ed Miliband, el anterior líder laborista , ha respaldado a Corbyn, pero varios de los que fueran miembros de su Gobierno en la sombra se han abstenido.
Durante el debate, el ministro de Hacienda conservador, Osborne, pidió a los moderados laboristas que se sumasen «a la cordura económica». Por su parte McDonnell aseguró que los laboristas también combatirán el déficit, pero a su ritmo . Incluso llegó a calificar la cuestión que se debatía de «asunto pueril» y definió la reforma como «un instrumento para imponer una austeridad innecesaria».
«Irresponsables fiscales»
Osborne acusó a la nueva cúpula laborista de «irresponsables fiscales» y dijo que lo único que desean es que jamás haya superávit, «quieren déficit para siempre» .
Las rebeliones contra la línea oficial no deben resultar de todas formas nada nuevo para Corbyn. En sus más de 30 años como diputado se hizo célebre por votar más de 500 veces contra las instrucciones de la cúpula laborista. Ahora le toca probar su medicina.