Lord Lawson, un exministro de Thatcher, se pone al frente de los tories contrarios a la UE
Acusa a Cameron de no acabar de delimitar unas líneas rojas claras frente a sus socios europeos
El veterano Nigel Lawson, un lord conservador de 83 años que sirvió bajo Margaret Thatcher y llegó a ser su ministro de Hacienda , ha dado un paso al frente para liderar el grupo Conservadores por Gran Bretaña, que forman los parlamentarios tories rebeldes que abogan por salir de la UE y votar «no» en el referéndum previsto antes de finales del 2017.
Lawson, que ha explicado su punto de vista con un tribuna en «The Times» (el periódico donde escribe como articulista su hijo Dominic Lawson), dice que los euroescépticos necesitan iniciar ya su campaña por el llamado Brexit, sin esperar a lo que pueda lograr Cameron en su intento de retocar los tratados europeos para devolver más soberanía al Reino Unido. Lawson reconoce que el «sí» a Europa cuenta con el apoyo del Gobierno, de la principal patronal, la CBI, y de los sindicatos, por lo que viene a reconocer que la facción que aboga por dejar la UE lo tiene muy difícil y de ahí su apremio.
El lord tory dice que solo aceptaría continuar en la Unión Europea si se logran estas cuatro exigencias : «El fin de la supremacía automática de las leyes europeas sobre las británicas»; que el Reino Unido pueda negociar por su cuenta acuerdos de libre comercio con países en rápido desarrollo, como India y China; la potestad de limitar la inmigración desde otros países de la UE y una renuncia explícita por parte de Bruselas al principio de buscar «una unión cada vez más estrecha».
Es muy difícil que Cameron logre un paquete tan exigente de reformas como el que demanda Lawson. De entrada, el primer ministro ni siquiera acaba de concretar muy bien qué es exactamente lo que quiere y además topa con la oposición de Alemania y Francia a todo lo que suponga modificar tratados.
Hasta hace dos meses se daba por hecho que la opinión pública británica era mayoritariamente partidaria de seguir en la UE , pese a las morriñas imperiales del nacionalismo inglés, tipo UKIP y la facción tory antieuropea. Pero han comenzado a aparecer encuestas en la prensa conservadora, más bien euroescéptica, que dan mayoría al «no». Claro que el prestigio de las encuestas en el Reino Unido está por los suelos tras su papelón en las pasadas elecciones generales de mayo. Hablaron siempre de un empate cerradísimo entre Miliband y Cameron y al final hubo una holgada mayoría absoluta de los tories.
Otro de los argumentos de Lawson, un tanto rebuscado, es que si los euroescépticos del Partido Conservador no inician ya su campaña contra Europa esa bandera quedará en manos de partidos de ribetes xenófobos, tipo UKIP.