La UE modifica los criterios del reparto de refugiados por cuotas para buscar el consenso
Europa hace esta tarde un último intento para que los países del Este acepten el sistema propuesto por Bruselas
Profundamente divididos en apariencia , pero unánimemente inquietos por las graves consecuencias que la crisis está teniendo en la vida política europea, los ministros de Interior de los Veintiocho se reúnen hoy en Bruselas para intentar cerrar un acuerdo sobre el reparto de los refugiados sirios. La propuesta de la Comisión Europea, que preveía un reparto obligatorio por cuotas de hasta 120.000 personas (adicionales a las 40.000 ya acordadas antes del verano) no sobrevivirá a unas negociaciones en las que la UE tendrá que modificar los criterios de organización del reparto de asilados para lograr el consenso. Lo más seguro, según fuentes diplomáticas, es que el acuerdo deba ser adoptado por mayoría cualificada , es decir, con la oposición explícita de varios países, la mayoría del Este.
El grueso de la discusión vuelve a estar en el hecho de que la Comisión quiere que las condiciones del acuerdo sean obligatorias, mientras que una gran parte de los países se opone a ello. En el aspecto más técnico, los embajadores de los países miembros trataban anoche de encontrar una fórmula para resolver el problema que plantean los más de 40.000 aspirantes a la condición de refugiados que se encuentran en Hungría. Inicialmente, la Comisión esperaba que el primer ministro Viktor Orban consideraría una ventaja esta propuesta porque incluía el traslado de estas personas a otros países, pero este ha reclamado que se aplique la legislación actual y que no se le considere como un país que necesita ayuda, como Grecia o Italia.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha manifestado su profunda preocupación ante la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo y ello conduzca a un replanteamiento del principio de libre circulación. «Me temo que no se llegará a un acuerdo y por eso hay que hacer lo posible para evitar que se ahonden las diferencias que existen ya». Schulz hizo estas declaraciones después de una conversación con el presidente francés François Hollande, quien insiste en que « ningún país puede eludir la responsabilidad de participar en el reparto de los refugiados que tienen derecho al asilo». Sin embargo, fuentes diplomáticas francesas afirman en privado que la idea de una distribución obligatoria puede no ser aceptable.
El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, ha convocado para el miércoles una reunión extraordinaria de la cumbre de presidentes y jefes de Gobierno que se asume como la última oportunidad de evitar una crisis grave. La reunión se llevará a cabo una vez que los ministros del Interior se hayan reunido y probablemente votado una propuesta. En todo caso, los «números uno» deberán afrontar de lleno una situación que ni en el mejor de los casos se puede resolver con las cifras que se manejan actualmente. Según fuentes diplomáticas, «si siguen entrando más de diez mil personas diarias a través de la frontera griega, no hay ninguna cifra posible que nadie pueda asumir». Es decir, la cuestión clave de la cumbre no será tanto qué hacer con cien o doscientos mil refugiados que ya están en Europa, sino cómo cerrar las fronteras a cal y canto para evitar que sean millones.
Hasta ahora los países más reticentes a aceptar el sistema de cuotas han sido Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía, pero aún está por ver qué posición adoptan estas delegaciones en las reuniones del Comité de Representantes Permanentes de la UE (Coreper) de hoy y el lunes. La posición de Hungría es particularmente compleja puesto que rechaza un sistema del que sería beneficiaria.
Según la propuesta de Bruselas, del total de 120.000 refugiados a repartir, 54.000 procederían de los centros de acogida de Hungría, 50.400 de Grecia y 15.600 de Italia.
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