Las fotografías de la actual crisis migratoria hechas hace 15 años
El holandés Ad van Denderen y el francés Olivier Jobard nos recuerdan con sus reportajes que los emigrantes y refugiados repiten escenarios y situaciones desde hace años
Centros de internamiento y fronteras con alambradas. Desembarcos en zodiacs. Traficantes y fajos de billetes. Playas con ahogados. Carreras. Senderos campo a través. detenciones. Identificaciones. Miedo. De República Checa a Alemania. De Albania a Italia. De Turquía a Grecia. De Francia a Gran Bretaña por el túnel de Calais. De Marruecos a España... Esta es la Europa actual. Y la Europa que hace quince años retrató el reportero holandés Ad van Denderen (Zeist, Holanda, 1943) en un libro, «Go No Go, La frontera de Europa» (Editorial Lunwerg, 2003), que, hojeándolo puede calificarse casi de profético.
«El problema se encuentra en el origen, la guerra de Siria, la pobreza, la corrupción en África, la religión, etc», señala el propio Van Denderen en respuesta a preguntas de ABC a través del correo electrónico. «Una Europa Unida debería ser capaz de aceptar un millón de refugiados al año si fuera necesario . Su registro se debería llevar a cabo en lugares u oficinas en sus países o en países de la zona de donde provienen los refugiados» y «los que traten de venir de manera ilegal enviarlos de vuelta», entiende el reportero.
Una de las claves de la «patata caliente que tienen en sus manos los políticos» con el asunto de la inmigración es que Europa no camina en la misma dirección, entiende Van Denderen, que ya hace once años fue invitado por el Partido Social Demócrata para ofrecer su punto de vista sobre el asunto en el Parlamento Europeo .
Cuando él siguió sus pasos, los emigrantes todavía no tenían teléfonos móviles con roaming, GoogleMaps, redes sociales y mensajes instantáneos, pero son, en esencia, los mismos y por los mismos sitios que hoy abren telediarios y primeras páginas de los periódicos y revistas. Esta gran migración contemporánea empezó hace años, entendió Van Denderen, que comenzó a fotografiar emigrantes a mediados de los ochenta . Quizás la mayoría de los que llegan hoy en día escapan de la guerra de Siria, Irak o Afganistán, a diferencia de aquellos, que tenían un perfil más económico.
Es este de la emigración, desde luego, un asunto recurrente para reporteros y medios desde hace muchos años. Pero llama poderosamente la atención los escenarios elegidos por el fotógrafo holandés y su manera de afrontar el tema. Muchas de las imágenes de «Go No Go» se están repitiendo estos días con motivo de la crisis migratoria que vive Europa. «Son las mismas pero en color» , reconoce Van Denderen.
Y se han repetido en la mente y el objetivo de la cámara de este enviado especial a lo largo de la decena de días que ha trabajado en la frontera de Hungría con Serbia. Las familias escapando campo a través, los refugiados detrás de rejas, las persecuciones de los agentes, los traficantes buscando su negocio, la angustia ante los problemas para avanzar hacia el destino deseado... Por todo ello, la obra de Van Denderen es actual en su enfoque, en su título y en su justificación.
El viaje de Jobard
Son numerosos los reporteros que hoy siguen los pasos de los refugiados a través de la ruta, cruzando con ellos las fronteras y contando de cerca el periplo. Un gran ejemplo de esta forma de trabajar y acercarse al mundo del emigrante lo tenemos desde hace más de una década en el francés Olivier Jobard (1970), que todavía estos días sigue apegado a las rutas de los emigrantes. «El viaje de Kingsley» , desde Camerún a Francia, o el proyecto «Exil, Exit?» son otras dos joyas del fotoperiodismo que también gozan hoy de plena actualidad.
Tanto Jobard (2011) como Van Denderen (2001) han sido galardonados por sus trabajos con los emigrantes con el premio Visa d`or que se otorga en el festival de fotoperiodismo Visa pour l`Image de Perpignan (Francia), el más importante de este tipo de los que se celebran en el mundo.
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