Carlos Carreiras: «El socialismo portugués se está radicalizando y podemos pagarlo todos muy caro»
ABC entrevista al alcalde de Cascais, mano derecha del primer ministro portugués, a escasas semanas de las decisivas elecciones en el país vecino
Carlos Carreiras es un hombre clave en el Partido Social Demócrata (PSD) portugués, donde ejerce como vicepresidente y brazo derecho de Pedro Passos Coelho, presidente y primer ministro. También figura al frente de la Federación de Municipios, pues lleva las riendas de la alcaldía de Cascais con eficacia probada. El influyente político recibió a ABC en su despacho. Sus palabras cobran peso a menos de un mes de las elecciones legislativas del 4 de octubre.
El PSD ha logrado dar la vuelta a la intención de voto reflejada en las encuestas. Su amplia desventaja de hace unos meses se ha convertido en un empate técnico con el Partido Socialista (PS). ¿Por qué?
El PS ya alcanzó su máximo. La mayoría de los ciudadanos había depositado su confianza anteriormente en el PSD y en el CDS [el partido de Paulo Portas; ambos gobiernan en coalición], sólo que pasaron a votar a los socialistas cuando se produjeron los primeros síntomas de crisis. Pero creo que hemos conseguido hacer entender a la gente que nosotros no somos los responsables de la recesión actual. Estamos remontando, vale la pena el esfuerzo. Puede que haya sorpresas en las elecciones, en este momento tan crucial para Europa.
¿Piensa que los socialistas están radicalizando su discurso?
El Partido Socialista se está radicalizando, entre otras cosas porque tiene que luchar contra el auge de las ideas de Syriza o Podemos. Es como si juntamos al Partido Comunista Portugués con el Bloco de Esquerda. Los que voten al PS tienen que saber que flota en el aire un posible pacto con la izquierda radical. Y podemos pagarlo todos muy caro. El PSD es el partido más comprometido con la democracia.
El PSD se presenta en coalición con el CDS de Paulo Portas, ¿es una alianza total?
Vamos juntos, sí, pero eso no quiere decir que estemos de acuerdo en todo. Tenemos soluciones distintas para algunos problemas. El PSD es el único partido que puede garantizar el equilibrio. Los postulados marxistas no tienen esa capacidad. El Partido Socialista está preso de un mundo que no existe. Un mundo que ha cambiado mucho. Los dirigentes socialistas merecen todo mi respeto, pero no han logrado liberarse de ese mundo, y eso es un problema nuclear. Están presionados por el pasado.
Supongo que se refiere, en parte, a José Sócrates [el ex primer ministro socialista, que ha cambiado la cárcel de Évora por la prisión domiciliaria mientras se convoca el juicio contra él por supuesta corrupción]
El señor Sócrates ha entrado en campaña un día sí y otro también desde la cárcel. Pero, en cualquier caso, la generación de Syriza y Podemos está ahí, y el Partido Socialista no puede regenerarse realmente porque debe responder a estas nuevas demandas por su flanco más a la izquierda.
¿Le parece correcto o excesivo que Sócrates haya permanecido casi 10 meses en prisión preventiva?
Ningún ciudadano puede estar de acuerdo, pero aún tiene que responder de los crímenes de los que es sospechoso. Parece que las autoridades judiciales acumulan pruebas muy contundentes contra él.
¿La culpa de la crisis profunda que sufre Portugal la tiene José Sócrates?
El señor Sócrates no puede ser responsable de todo. No sería justo culparle sólo a él. El PSD tuvo que dar respuestas a la crisis provocada por 16 años de gobiernos socialistas. No nos quedó más remedio que pedir sacrificios a la gente, pero gracias a eso la situación actual no puede compararse ni de lejos con la de Grecia.
Una de las ventajas de Portugal es que no tiene que hacer frente al victimismo y a la presión de los nacionalistas, como acontece en España.
Somos la nación más cohesionada de Europa.
En vista de su exitosa gestión en Cascais, ¿cuándo dará Carlos Carreiras el salto definitivo a la política nacional?
(Sonríe). Bueno, tampoco lo pretendo. Lo que hago en Cascais siento que tiene un valor para el municipio. Por cierto, me gustaría decir a los lectores de ABC que Cascais es la localidad portuguesa que más vínculos tiene con España. Hay muchos españoles residiendo aquí, como hacía el Conde de Barcelona. Y D. Juan Carlos pasó aquí su adolescencia. O sea que la relación de Cascais con España es muy fuerte.