Brasil
El Mea Culpa de Dilma Rousseff
Su Gobierno ha anunciado la disminución de 10 de sus 39 ministerios, la abultada máquina que fue tan criticada durante las elecciones del año pasado
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff , ha iniciado una ofensiva esta semana para tratar de recuperar la frágil imagen de su Gobierno. En 24 horas, la mandataria reunió a los jefes de los principales diarios de Brasil para hacer un « mea culpa » y reconocer sus errores en la gestión económica. Horas después su Gobierno anunció la disminución de 10 de sus 39 ministerios , la abultada máquina que fue tan criticada durante las elecciones del año pasado.
«Me equivoqué por haberme demorado tanto en percibir que la situación era más grave que lo que imaginábamos . Tal vez, deberíamos haber hecho una inflexión antes. En agosto no teníamos cómo saberlo. No teníamos indicios de que era algo de esa envergadura», admitió Rousseff en una entrevista a los tres principales diarios del país, «Folha de São Paulo», «O Estado de São Paulo» y «O Globo».
El ministro de Planificación, Nelson Barbosa , anunció recortes en los ministerios y en más de mil cargos comisionados, como parte de las medidas de austeridad y de ajuste fiscal. El paquete incluye la venta de inmuebles y el ahorro de gastos con servicios como limpieza y mantenimiento de edificios, además del transporte. Barbosa afirmó que no sabe aún el ahorro que representarán esos recortes, pero prevé más productividad y mejoras en la gestión.
La economista Rousseff, que está en su segundo gobierno, y fue responsable de los principales programas de inversiones de Luiz Inácio Lula da Silva entre 2002 y 2010 , es señalada por especialistas como la gestora de algunas políticas que no funcionaron, especialmente con respecto a las subvenciones en el sector de energía eléctrica. La creación de nuevos ministerios y de puestos públicos para acomodar a miembros de aliados políticos, como cementerio de elefantes, fue otro de los errores de Rousseff y Lula da Silva.
Después de años de entusiasmo con una bonanza brasileña que se evaporó rápidamente, el país se enfrenta a una recesión, al aumento del desempleo, que ya supera el 8%, a reajustes inflacionarios y vive incertidumbres con la crisis china. « El futuro es imprevisible », declaró Rousseff sobre lo que espera en el escenario internacional.
Además de la fuerte crisis económica, Rousseff atraviesa una grave crisis política apoyada sobre el escándalo de corrupción de la estatal Petrobras , donde ella actuó como consejera cuando era ministra de Minas y Energía. Las acusaciones sobre políticos de casi todos los partidos, del oficialista PT y de sus principales aliados, han sido el combustible necesario para las presiones por una moción de censura de Rousseff , que ya es la más impopular entre los presidentes de las últimas tres décadas.
El lunes, Rousseff recibió otra mala noticia, su vicepresidente, Michel Temer, declaró que dejará la articulación política del Gobierno. Temer es el presidente del Partido del Movimientos Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado de la base política del Gobierno. Temer había asumido ese rol en abril cuando la crisis comenzaba a agravarse. Ahora, a pesar de las protestas el riesgo de impeachment parece estar bajo control.
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