La vieja guardia política amenaza con regresar a Burkina Faso
Miembros del antiguo Gobierno de Blaise Compaoré, quien el pasado mes de octubre era depuesto tras 27 años en el poder, cuentan con presencia notable en las candidaturas de las próximas presidenciales
Si al burkinés F. Sidibe le hubieran asegurado el pasado mes de octubre que, menos de un año después, debería volver a la casilla de salida, lo más seguro es que soltara una risa: nadie podría tener tan mala suerte al lanzar los dados.
Entonces, Sidibe era uno de los cientos de miles de manifestantes que exigían la salida del poder del presidente Blaise Compaoré , tras 27 años al mando de Burkina Faso.
«Ya no hay vuelta atrás. Es él o nosotros. Si dejamos que continúe en el poder, la represión será feroz», reconocía a ABC por aquellos días.
Finalmente, Compaoré acabaría renunciando acorralado por el levantamiento popular. Su marcha desembocó en un Gobierno de transición liderado por Michel Kafando, antiguo ministro de Asuntos Exteriores y embajador ante las Naciones Unidas, quien se convertía en nuevo presidente interino del país africano.
El depuesto Compaoré había accedido al poder en octubre de 1987, después de un golpe de Estado contra Thomas Sankara, considerado el «Che Guevara de África» y todavía una de las figuras más reverenciadas de la política regional.
En este sentido, finalizada la revolución de octubre, el mayor temor era que la antigua clase dirigente se enquistara en el poder. Y ahora, los fantasmas comienzan a convertirse en carne y hueso.
Entre los 22 candidatos anunciados por la Comisión Electoral para los comicios presidenciales del próximo 11 de octubre se encuentran, entre otros, el exprimer ministro Roch Marc Kabore (uno de los principales favoritos), así como varios exministros del anterior Gobierno.
Es cierto que Kabore rompió lazos el pasado año con el régimen Compaoré para fundar su propio partido opositor -el Movimiento Popular por el Progreso (MPP)- sin embargo, su presencia también refleja cómo las próximas elecciones podrían convertirse en un coto privado de la vieja guardia política.
Estos son los casos de Zephirin Diabre , antiguo ministro de Finanzas, o Eddie Komboigo, candidato por el partido de Compaoré. Aunque esta última postulación, de forma más que polémica: A pesar de que el Gobierno de transición modificó la ley electoral en abril para impedir la candidatura de simpatizantes de Compaoré, en julio, la Comunidad Económica de Estados del Oeste de África (Ecowas) tiraba abajo esta decisión, permitiendo la presencia libre de aspirantes.
Medidas positivas
No obstante, también hay motivos para la esperanza:
A comienzos de año, los diputados interinos de Burkina Faso acordaron reducirse en un 50% el salario que perciben, después de las protestas civiles por el alto nivel de sus emolumentos.
«No queremos beneficiarnos de la revolución . Nos comprometemos a no traicionar la memoria y el sentido de sacrificio de nuestros mártires», aseguró Honore Nombre, vicepresidente del Parlamento de Transición.
Para confirmar que estas palabras no se conviertan en humo, eso sí, habrá que esperar al próximo 11 de octubre.
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