Las Damas de Blanco rechazan la invitación de Estados Unidos
Una amplia representación de la sociedad civil cubana, incluidos destacados disidentes, fue convocada a una recepción posterior a la apertura oficial de la embajada
Berta Soler , líder de las Damas de Blanco , y Antonio Rodiles , de Estado de Sats , decidieron no asistir a la recepción que EE.UU. ofreció este viernes por la tarde a la disidencia y a la sociedad civil en la residencia de su encargado de negocios en La Habana, Jeffrey DeLaurentis , con motivo de la reapertura de la embajada .
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Soler explicó a ABC que este grupo de opositoras se encuentra «enfrascado» en la organización de una campaña por la liberación de los presos políticos y prepara un informe sobre los «17 domingos de represión» que soportan desde marzo. La disidente lamentó además que el régimen cubano «presione y ponga demasiadas condiciones» a la Administración Obama en las negociaciones para restablecer las relaciones. «Por eso no nos han invitado a la inauguración oficial», dijo.
Posible aparte con Kerry
Representantes de la sociedad civil cubana –entre los que figuraban miembros de la disidencia interna, de la Iglesia católica, artistas y empresarios – fueron convocados a una recepción posterior por la tarde. A ese acto –que incluía otra izada de la bandera– se preveía la asistencia de unas 600 personas . No se descartaba además que el secretario de Estado, John Kerry , tuviera un breve aparte con un grupo de destacados opositores.
Yoani Sánchez, Miriam Leiva, Martha Beatriz Roque, Dagoberto Valdés, José Daniel Ferrer, Manuel Cuesta Morúa, Héctor Maseda y Reinaldo Escobar eran algunos de los disidentes invitados y que tenían intención de acudir a la recepción de Kerry. Elizardo Sánchez y Guillermo Fariñas se hallaban en una reunión de opositores en la isla y en el exilio, que se celebra estos días en San Juan de Puerto Rico .
Varios opositores que acudieron a la residencia estadounidense no consideraron que la disidencia fuera «relegada». El hecho es que «no somos recibidos por altos cargos europeos cuando vienen de visita en Cuba ni invitados a la residencia, como sí ha hecho EE.UU.». La mayoría es consciente de la dificultad del proceso y vieron la recepción de Kerry como una oportunidad para trasladar sus preocupaciones .