¡Los pechos no son armas!
Protestas en Hong Kong tras condenar a una mujer por golpear con su pecho a un agente
¡Los pechos no son armas! Ese era el eslogan más repetido por las más de doscientas personas que en le día de ayer se manifestaron delante de las oficinas de la policía del distrito de Wan Chai, en pleno centro de Hong Kong. La razón, la reciente condena a tres meses y medio de cárcel a Ng Lai Ying , la joven que fue acusada de atacar con sus pechos a un agente durante una protesta contra el fenómeno de los «paralel traders» el pasado mes de marzo.
Lai, de la que circulan fotos de aquel día con la cara ensangrentada, declaró haber sido tocada de manera indecente por el Inspector Chan Ka Po durante los enfrentamientos entre policía y manifestantes acaecidos durante la protesta, pero el magistrado desoyó el testimonio de la joven y alegó que Lai trataba de menoscabar la integridad y la reputación del agente de forma maliciosa.
El pasado jueves se hizo pública l a sentencia a tres meses y medio de cárcel para Lai, y la reacción en diferentes sectores de la sociedad no se hizo esperar. La última, ayer mismo, con la denominada «Breast walk» que reunió en la isla de Hong Kong a varios cientos de personas ataviadas con sujetadores y pancartas para expresar su repulsa a una condena que, dicen, solo va a conseguir apartar a las mujeres de las protestas sociales.
Luk Kit-Ling, una portavoz de los organizadores de la manifestación calificaba de ridículo que la policía hubiese ignorado la denuncia hecha por Lai contra el policía. «Es chocante que una mujer que denuncia ser objeto de un ataque de este tipo sea acusada de tratar de sembrar el caos . Eso hará que las mujeres dejen de ser socialmente activas y les privará del derecho a participar en actividades de índole política».
Ante las oficinas de policía de Wan Chai y a pesar de ser avisados de estar participando en una concentración ilegal y poder ser sancionados, los manifestantes estuvieron cerca de dos horas. Tanto hombres como mujeres se pusieron sujetadores por encima de sus ropas para mostrar su solidaridad con Lai, que está en estos momentos en libertad bajo fianza , y su repulsa a la decisión tomada por el Juez Michael Chang, quien aseguró haber sido amenazado tras hacerse público el veredicto.
