Alarmismo de Cameron ante la crisis del Eurotúnel

El primer ministro habla de «un enjambre» que quiere entrar y los tabloides piden que se envíe al Ejército

Alarmismo de Cameron ante la crisis del Eurotúnel reuters

luis ventoso

Los intentos nocturnos de asaltar la terminal francesa del Eurotúnel en Coquelles (Calais) han generado una ola de alarmismo en Gran Bretaña . David Cameron, de gira en Vietnam, alzó el tono hablando de «un enjambre de inmigrantes» que quieren entrar en el Reino Unido, «un lugar increíble para vivir». La expresión despectiva le ha valido críticas.

La histriónica prensa amarilla inglesa abrió este jueves todas sus portadas exigiendo en sus grandes letras de molde que se envíe al Ejército británico a Calais, propuesta secundada por algunos diputados tories . Un jefe de policía de Surrey pidió incluso que se despliegue a los fieros gurkas. Hasta un diario respetable como el «Telegraph» afirma en su editorial sin prueba alguna que lo que ocurre en el puerto del Canal de la Mancha es una estrategia premeditada de Francia para despachar a sus inmigrantes no deseados a la vecina Inglaterra.

En el poblado de chabolas de Calais, conocido por los medios con el nombre más bien racista de «Campamento Jungla» , se calcula que hay entre 3.000 y 5.000 inmigrantes, de edades entre 20 y 30 años, procedentes la mayoría de Etiopía, Eritrea, Siria, Yemen y Sudán. Desde hace dos meses intentan subirse a los camiones que viajan en los trenes lanzadera del Eurotúnel, lo que ha provocado ya la muerte de nueve de ellos, el último un joven sudanés atropellado el martes.

El campamento chabolista está bien organizado. Una de las casetas recubiertas de plástico incluso hace de tienda de enseres básicos y en otra se aporta información sobre cómo pedir asilo al llegar a suelo inglés. Los jóvenes deambulan durante el día y se alimentan gracias a la buena labor de organizaciones filantrópicas . Por la noche intentan colarse por la valla de la terminal del Eurotúnel en Coquelles, bastante castigada y que va a ser reforzada por los británicos, con una nueva de tres metros de altura. Huelga decir que la valla actual está coronada en algunas zonas por concertinas, como las que tanta polvareda suscitaron cuando las instaló España, pero que en este caso no son objeto de comentarios. Hasta hace unos días, los jóvenes irrumpían en grupos de 400 y se calcula que lograban colarse unos cuarenta.

Esta semana los asaltos a la terminal del túnel se han intensificado, aprovechando en parte los conflictos sindicales que han variado los hábitos en las instalaciones de Calais. Ha participado más gente, se calcula que hasta 3.000 personas , y 148 de ellos lograron llegar a Dover, al otro lado del canal, donde pidieron asilo político.

Cifras modestas

De miércoles a jueves, tras incorporar Francia 120 policías más de refuerzo, el número de personas que intentaron entrar por los orificios de la valla se redujo . Fueron unos 400, la mitad detenidos por los gendarmes, que se limitan a dejarlos libres unos kilómetros más abajo, lo que hace que cuando se repongan un poco se sumen al siguiente asalto.

Para poner en su lugar la reacción del Reino Unido son útiles las comparaciones. La prensa inglesa más antieuropea calcula que cada día estarían llegando a Inglaterra desde Calais entre cien y ciento cincuenta inmigrantes. Solo en dos días de la semana pasada, efectivos italianos y alemanes rescataron en el Mediterráneo a 3.000 náufragos. Italia ha recibido 60.000 refugiados en lo que va de año . Alemania aceptó en 2014 a 175.000 asilados políticos. Reino Unido solo 24.000. Ayer mismo, sin salir de España, se rescató en Torrevieja una patera con nueve personas, otra con dos en Ceuta y a 22 personas que intentaban cruzar el Estrecho en lanchas neumáticas de juguete. El problema no está solo en Calais y tampoco el de allí es el más grave.

Pero esta crisis ha caldeado el ambiente político y mediático inglés. La prensa tabloide ha publicado aparatosas portadas exigiendo «Enviad al Ejército», apertura de «Daily Mail», «Daily Star» y «Daily Express». «The Sun» acusa directamente a Hollande . El jefe de policía del condado de Surrey, Kevin Hurley, da un paso más y pide que acudan los gurkas, una de las fuerzas más expeditivas del Ejército.

El primer ministro David Cameron, al que la crisis ha sorprendido de gira por Asia y que ahora mismo está en Vietnam, se ha visto envuelto en la polémica al calificar a los inmigrantes que intentan asaltar el Eurotúnel de «swarm», que puede traducirse como multitud, pero también como «enjambre» .

Guiño al electorado

Cameron prometió que Gran Bretaña deportará a más inmigrantes y de manera más expeditiva, lo que suscita dudas legales. Pero la frase que ha levantado la polvareda fue esta que pronunció en una entrevista con la televisión privada ITV: «Aceptemos que esto nos pone a prueba, que tienes un enjambre de inmigrantes que llega a través del Mediterráneo buscando una vida mejor, deseando venir al Reino Unido, porque tiene mejores trabajos, una economía en crecimiento y es un lugar increíble para vivir».

La expresión «enjambre» le ha valido críticas de las asociaciones de derechos humanos y del Consejo del Refugiado , que tilda su expresión de «lenguaje irresponsable y deshumanizado». Hasta Nigel Farage, que sale a barbaridad dialéctica por día desde que comenzó la crisis del Eurotúnel, se ha desmarcado un poco cínicamente de la expresión. La líder provisional de los laboristas, Harriet Harman le ha respondido que «los inmigrantes no son insectos».

Como guiño a su electorado y a sus diputados que se han sumado al coro de desplegar al Ejército, como David Davies, el primer ministro ha prometido que tomará medidas «para que el Reino Unido sea un lugar donde a los inmigrantes les resulte menos fácil estar» . Para ello anunció, una vez más, que se restringirá su acceso a cuentas bancarías, a viviendas sociales y que se intensificarán las repatriaciones.

Cameron asegura que «todo lo que pueda hacerse se hará, para asegurar nuestras fronteras y también para garantizar que los turistas británicos puedan irse de vacaciones». Y es que la crisis de Calais está provocando enormes atascos de ida y vuelta en las bocas del Eurotúnel, que de martes al miércoles llegó a tener que cerrarse algunos momentos. En la autopista M20 colas kilométricas de camiones aguardan aparcados en los arcenes , en lo que se conoce como la «Operación Stack». En Francia los sindicatos de transportistas amenazan ya con huelgas por la inseguridad que generan los asaltos.

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