Rebeldes laboristas desoyen la orden de su líder de abstenerse ante los recortes de Cameron
La división en la votación muestra el desconcierto en el partido tras su batacazo electoral de mayo
![Rebeldes laboristas desoyen la orden de su líder de abstenerse ante los recortes de Cameron](https://s2.abcstatics.com/Media/201507/21/harriet-hermat--644x362.jpg)
Nada afloja más los tornillos que unen a un partido político que una derrota electoral. Y la de Ed Miliband en mayo frente a David Cameron fue sonada, con mayoría absoluta de los conservadores en contra del empate igualadísimo que pronosticaban todas las encuestas.
Miliband representaba el giro a la izquierda del laborismo tras la etapa triunfal del centrista Blair. Su debacle ha reabierto l a batalla ideológica entre las dos corrientes antagónicas de la formación: los moderados, que piden un retorno a la tercera vía, y los que creen que la salida es un mensaje todavía más zurdo, acercándose ya a los populismos latinos .
Esa falla en el laborismo se acaba de visualizar en la votación en el Parlamento de la ley del Gobierno para recortar la factura del Estado del bienestar. Harriet Harman, la líder provisional del Partido Laborista, que tendrá un nuevo mandatario en septiembre, ordenó abstenerse . Harman explicó a los suyos que había que escuchar al electorado, que a su juicio pide que se racionalice el coste de los subsidios sociales. Pero 48 diputados desoyeron la orden y votaron en contra de los recortes.
Las medidas que presentaba Cameron pretenden reducir la factura social en 12.000 millones de libras , con reducciones de las ayudas por vivienda en hijos. A cambio, con el dinero ahorrado se pretenden sufragar tres millones de contratos para aprendices. Los conservadores, fieles a una filosofía liberal, sostienen que prefieren que el dinero esté en el bolsillo de los ciudadanos y abogan por desmontar la subcultura del subsidio, pues creen que acaba mermando la iniciativa personal. Harman venía a darles en cierto modo la razón, con una púdica abstención, que ha soliviantado a su ala izquierda.
«Estamos inmersos en un trauma postelectoral», resumió David Blunkett , que fue ministro de Interior bajo Tony Blair. De los cuatro líderes que aspiran al liderazgo laborista en septiembre, tres obedecieron la orden de abstención, Liz Kendall, Yvette Cooper y el favorito, el moderado Andy Burnham , que en su día ya disputó el puesto sin éxito a los hermanos Miliband.
El cuarto aspirante votó «no». Se trata de Jeremy Corbyn , un veterano extremista, al que nadie se tomaba muy en serio, pero que emerge ahora como segundo favorito en las encuestas. Corbyn, con un discurso no alejado de la música de Podemos o Syriza, explicó que con su voto en contra quiere expresar la preocupación por «la pobreza infantil y la gran cantidad de gente sin hogar». A su juicio las políticas económicas de los tories han provocado una «limpieza social» del centro de Londres , debido a los recortes de ayudas sociales y unos alquileres «que suben como cohetes». Dos de los aspirantes laboristas para las próximas elecciones a la alcaldía de la capital también se abstuvieron.
La votación fue ganada por el Gobierno con 308 votos a favor y 124 en contra. El SNP escocés, que votó en contra, lamentó que los laboristas no se sumasen a «una coalición progresista frente a los tories».
El sector blairista del Partido Laborista cree que solo recuperarán el poder si acreditan competencia económica y retornan al centro, olvidando el giro a la izquierda de Ed Miliband. Pero existe otra alma que dice que la salida es la contraria, más extremismo para dibujar una alternativa clara a Cameron.
Es muy dudoso que la sociedad británica, sobre todo en Inglaterra, demande hoy un discurso de más izquierda. De hecho se cree que el error de Miliband fue no dar respuestas ni hablar para lo que se llama los «aspiracionales» , gente de clase media que quiere ir a más en la vida y ya no se identifica con el simple discurso del subsidio.
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