«Los banqueros lo pasamos mal, pero sufren más los jubilados»

La noticia aún no es oficial pero está confirmada: los bancos griegos volverán a abrir el lunes próximo, aunque continuará el control de capitales. «Se mantendrá para evitar que todo el mundo se lleve el dinero de sus depósitos», explica a ABC un banquero que, precavido, pide que se respete su anonimato. Y se remite al dato que dio el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi : nada menos que 8.100 millones de euros fueron retirados de los bancos griegos entre el 1 y el 26 de junio.

«El cierre bancario tuvo importantes consecuencias en la vida de los griegos: siguen sin poder efectuar transacciones con el extranjero, y las importaciones y exportaciones se realizan con dificultad», explica el banquero. Recuerda que desde hace meses, debido al clima de incertidumbre , las compañías extranjeras con las que los griegos mantenían negocios exigen pagos por adelantado y en efectivo. Nadie se fía de Grecia. «Para un país que importa el 80% de lo que necesita, eso es un un grave problema».

El hombre insiste en que «continuará el control bancario : solo pueden retirarse 60 euros al día». Es consciente del efecto psicológico de las colas en los cajeros automáticos y de ancianos, parados e inválidos esperando delante de los bancos para conseguir 120 euros semanales: «Una imagen lamentable. Los banqueros lo pasamos mal, pero más que nosotros sufren los jubilados ».

Desde la aprobación parlamentaria del acuerdo entre el Gobierno de Alexis Tsipras y los acreedores, el optimismo de los griegos se ha renovado. Pero Dimitri Martinu, un «broker» de la Bolsa de Atenas que se muestra indignado, no comparte ese sentimiento. «Pasamos tres semanas con los bancos y la Bolsa cerrada –señala–. Esto es una catástrofe, es desesperante. Ni siquiera sabemos cuándo abrirá la Bolsa. Se rumorea que pronto se podrán efectuar operaciones electrónicas por valores de hasta 5.000 euros diarios y de hasta 9.000 euros para transacciones en efectivo. Pero habrá controles para evitar operaciones de personas que no las puedan justificar con su declaración de la renta».

Dimitris mueve la cabeza con resignación. «Los primeros días de regreso a la Bolsa van a ser complicados –se lamenta–. Muchos querrán vender por necesidad. Otros pensarán que las acciones no se pierden y que será mejor esperar a que vuelvan a subir por las perspectivas de un tercer rescate. En los últimos meses, la compraventa osciló entre los 80 a 100 millones de euros al día. Y los que más compraban eran los inversores extranjeros, que seguro que ahora también vendrán a comprar». Harán, claro, leña del árbol caído .