La mujer a la que robar unos pañales le cambió la vida… para bien
Un policía de Kansas cazó a una mujer sin recursos que había robado pañales. Reaccionó comprándole productos de necesidad con su propio dinero y desató una ola de solidaridad en la ciudad tejana.
El prestigio de la policía en EE.UU. ha sufrido en el último año con los escándalos por las muertes de Michael Brown , Eric Garner o Freddie Gray y con investigaciones sobre abusos constantes contra la minoría negra . De vez en cuando, surgen relatos en los que el agente no es un profesional poco cualificado que utiliza su arma indiscriminadamente, sino una persona con corazón, el ‘poli bueno’: el agente de Alabama que, en vez de detener a una mujer que había hurtado comida le regaló huevos o el policía de Michigan que, en lugar de multar a una familia pobre que no tenía asiento en el coche para su bebé, fue a la tienda y les compró uno.
El último ejemplo llega de Kansas (Texas), donde una mujer sin recursos robó pañales , ropa y zapatos para su familia el pasado fin de semana. Se llama Sarah Robinson y desde la muerte de su marido en 2012 se encuentra en una situación desesperada. No tiene trabajo, ha perdido su casa y apenas tiene medios para sustentar a sus seis hijas. Todas viven en un coche, donde las pocas posesiones que le quedaban fueron robadas hace poco, explicó Robinson a la cadena de televisión ABC.
«Fui a un Walmart [una cadena de grandes supermercados] y cogí ropa, zapatos, pañales , toallitas y salí por la puerta, pero me cogieron», relató.
El policía que acudió al lugar de los hechos es Mark Engravalle, del Departamento de Policía de Roeland Park. Encontró a algunas de las hijas de Robinson descalzas y con los pies ennegrecidos . Preguntó a la ladrona cuál era su situación, y Robinson la describió entre lágrimas.
Engravalle, que tiene dos hijas pequeñas, le entregó una citación judicial por hurto. Pero no se quedó ahí: agarró a las niñas, entró en el Walmart y compró pañales, toallitas y otros productos de primera necesidad. También dejó que las niñas eligieran zapatos. Todo de su bolsillo.
«Obviamente está pasando por una mala racha», dijo el policía a 41 Action News. «Walmart puede que la vea como una criminal, pero yo solo vi a una madre que lo estaba pasando muy mal ».
La decisión de Engravalle sorprendió a Robinson y desató una ola de solidaridad entre los vecinos de Kansas. «Fue muy bueno con mis niñas», dijo la mujer. «Y después recibí una llamada al día siguiente, me dijeron que nos querían ayudar más y tratar de encontrar una casa para nosotras».
Ocurrió que cuando se corrió la voz sobre la acción de Engravalle, l os vecinos empezaron a llegar a la comisaría de policía a preguntar cómo podían ayudar a la familia y a dejar donaciones.
Con la ayuda de dos agentes —el jefe de la policía John Morris y el sargento Randy Costlow— Robinson abrió una cuenta bancaria. Varias campañas y llamamientos en los medios locales han logrado recaudar más de 6.000 dólares para la familia , además de productos de primera necesidad.
«No tengo palabras para agradecer su ayuda», dijo Robinson de Engravalle. «Yo y mis hijas estamos en deuda con él para siempre».
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