Tsipras busca este viernes en casa apoyos a un plan que aprieta el cinturón
El ala más radical de Syriza advierte de que no aceptará más medidas de austeridad
Que el Gobierno griego sea optimista, anuncie ya un paquete realista y sostenible y un acuerdo inminente con los acreedores como hacía ayer no sorprende ni conmueve. Es algo que ha hecho siempre antes de las grandes decepciones que ya ha protagonizado en cinco meses en el poder. Pero ayer el primer ministro Alexis Tsipras sí parecía exponer a su gobierno, partido, y después a todas las fuerzas, un paquete de medidas de cerca de más de 12.000 millones de euros, mucho más fuerte que el previo de 8.000.
Aprobado en consejo de ministros, ayer por la tarde , el plan será sometido hoy mismo a la aprobación del Parlamento heleno. Sin embargo Tsipras, que no tiene que esperar esta aprobación, se decidía anoche a enviarlo a Bruselas donde habrá de ser estudiado. De no ser aprobado el domingo por la reunión del Consejo Europeo comenzaría el procedimiento para la salida del euro de Grecia. Ayer desde todas partes se volvió a reiterar que esa salida es lo que todos quieren evitar pero que hacerlo solo está en la mano del gobierno griego.
Aunque el ala izquierda de Syriza proclamó a través del ministro de energía Panagiotis Lafazanis que «no queremos un tercer paquete de rescate que imponga más austeridad sin ninguna perspectiva para el país. Grecia no se enfrenta a su ejecución ni aceptará hechos consumados». Esa retórica que fue general en el gobierno antes y después del referéndum.
Todo el Consejo Europeo, y especialmente Angela Merkel, está bajo una fuerte presión para no aceptar el nuevo tercer rescate que pide Grecia si de su plan no se desprenden medidas de reforma reales y eficaces. Lo que supondría un giro de 180 grados en la política del gobierno del partido ultraizquierdista de Tsipras y del ultraderechista de su ministro de defensa Panos Kamenos. Este anunció ayer la aprobación del paquete y se declaró convencido de que habría acuerdo con la instituciones europeas antes del domingo.
Más esfuerzos
El nuevo paquete requerirá muchos más esfuerzos a la población dado que las últimas decisiones del Ejecutivo, el referéndum entre ellas, han infligido un durísimo revés a la economía que se haya al borde del colapso. Los bancos seguirán cerrados y de no haber un acuerdo político quedaría cerrada también la línea de créditos de emergencia del BCE. Grecia necesita esa línea de crédito urgente para evitar un colapso que puede ser inminente tras ya dos semanas con los bancos cerrados y la economía en parálisis.
Pero lo importante es que este nuevo paquete tenga credibilidad para todos los 28 miembros que se reúnen . Una credibilidad que Tsypras ha perdido en estos cinco meses y que tocó fondo en la cumbre esta semana en Bruselas cuando un gobierno de Syriza que había insultado a sus interlocutores en la campaña al referéndum llegó a Bruselas sin nada más allá de la solicitud de dinero para salir de una situación ya desesperada.
Todos esperan que esta vez vaya en serio el Gobierno griego porque la otra parte no puede retirarse de su compromiso de que sin acuerdo el «Grexit» es un hecho.