En busca del dinero griego escondido bajo el colchón
Bandas organizadas de atracadores se apoderan de los ahorros que los griegos han sacado de los bancos
![En busca del dinero griego escondido bajo el colchón](https://s2.abcstatics.com/Media/201506/26/tsipras-grecia--644x362.jpg)
¿Dónde está escondido el dinero de los griegos? Esta es la pregunta que se hacen muchos en Grecia tras la fuga masiva de depósitos que sufren los bancos desde que la extrema izquierda de Syriza ganó las elecciones. Los griegos temen que la crisis termine convirtiendo sus euros reales en dracmas de papel y que, en caso de corralito , no puedan acceder ni siquiera a las cajas de seguridad.
Así que la fuga de capitales no deja de ir in crescendo y, ante la previsión de que la situación continúe empeorando en el futuro, muchas familias de clase media esconden literalmente su dinero bajo el colchón o en los más insólitos escondites caseros: en macetas, bibliotecas, falsos suelos, despensas, trasteros. La agencia Bloomberg ha mostrado un vídeo en el que una griega jubilada muestra los escondites donde ha repartido sesenta y siete mil euros por su casa (bajo la cama, detrás de los radiadores, en el jardín…). El vídeo no dejó de provocar cierta guasa en el país, ya que es un contrasentido enseñar públicamente donde se esconden los ahorros.
Pero el de esta jubilada no es el único caso. Kety B., también pensionista y viuda, ha escondido más de treinta mil euros, sus mejores joyas y varias monedas de oro en distintos cajones secretos de su casa. Panayotis, constructor ahora sin obras y padre de familia numerosa («tuve a los niños antes del año 2008, cuando mi negocio iba viento en popa», confiesa) ha escondido sus ahorros en billetes de 200 euros en rollos dentro de tubos de plástico que ha enterrado en el jardín . No quiere que lo sepa nadie, ni su mujer ni los niños: «Podrían peligrar sus vidas. Las mafias rusas y georgianas que organizan los atracos son muy violentas», afirma.
Y es que, al mismo ritmo en que los bancos helenos se vaciaban de depósitos privados, han aumentado los robos con violencia en domicilios particulares, donde los delincuentes buscan los ahorros retirados de los bancos. Durante el año 2014 la Policía griega han intervenido en 68.691 casos de robo en domicilios particulares , en los que se han visto implicados 9.333 ciudadanos griegos y 3.750 extranjeros, informan fuentes policiales.
Mafias extranjeras
Muchos de esos delitos los cometen mafias extranjeras que, a veces, cuentan con la complicidad del personal de servicio empleado. La Policía helena da cuenta así de la creciente actividad de bandas de criminales georgianos, búlgaros y rumanos . Estas bandas, además, en muchos casos actúan con extrema violencia para «neutralizar» a los propietarios de las viviendas.
Los atracadores necesitan tiempo y se cargan de «paciencia» para descubrir el dinero escondido: revisan los armarios, suelos y macetas, en las bibliotecas abren los libros uno a uno, levantan los azulejos de baños y cocinas para ver si hay un escondite por debajo. Dejan la casa patas arriba y no cejan hasta que encuentran los ahorros de los dueños de la vivienda. Esas bandas a veces también a menudo se valen de cómplices que les dan el chivatazo de quién ha retirado una importante cantidad de dinero . En cuanto tienen esa información, las bandas de atracadores hacen un seguimiento al particular para localizar su domicilio y preparar el asalto.
Policías sin medios
«Lo lamentable es que ahora, que es cuando más se nos necesita para luchar contra el crimen, resulta también que es cuando tenemos menos medios: la mitad de nuestros coches patrulla están en el garaje por falta de repuestos o de gasolina y somos pocos para tantos robos», confiesa Nikos, un policía de una zona residencial de Atica que ve cómo se apilan las denuncias en su comisaría. Los servicios de seguridad no dejan de reducirse al mínimo, al mismo paso que aumenta la inseguridad. También ha disminuido el número de escoltas, que salen muy caros. Hasta hace dos años, además de los políticos, muchos empresarios eran escoltados por fuerzas de la policía. Ahora si quieren escolta policial deben pagarla de su bolsillo. Y además de salir caro, el escolta llama la atención, que es justo lo que no quieren los pocos empresarios que aún no tienen problema de liquidez.
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