Crece el uso de niños como terroristas suicida por parte de Boko Haram
Una joven de apenas 12 años, última protagonista de un atentado kamikaze por parte del grupo islamista
Cerca de las dos y media de la tarde del pasado 10 de diciembre en la localidad de Kano, norte de Nigeria. Dos jóvenes en hijab se inmolan en los confines de un baño público del mercado de Kantin Kwari, uno de los más populares para la adquisición de productos textiles de la ciudad. Al menos una decena de personas pierden la vida.
«Me dijeron: “irás al cielo si lo haces”. Y yo les dije: “no, no puedo hacerlo” . Entonces me aseguraron que me fusilarían o me encerrarían». Días después de la masacre, éste era el explícito testimonio de Zahra'u Babangida, una niña de apenas 14 años que fue detenida, la misma jornada de la tragedia, con explosivos adheridos a su cuerpo. La menor de edad fue arrestada en los alrededores del mercado bombardeado, donde había acudido con las dos terroristas, presuntas compañeras suyas. Arrepentida en el último instante, su testimonio es, todavía, uno de los escasos documentos sobre la forma de actuar del grupo islamista de Boko Haram.
En una rueda de prensa organizada por la Policía, la joven confesó que sus padres la habían ofrecido como voluntaria para participar en un ataque suicida. Durante este encuentro, realizado en uno de los escondrijos de Boko Haram al norte de Nigeria, uno de los líderes del grupo islamista aseguró a Babangida que iría al cielo si participaba en el ataque a un mercado .
Sin embargo, en el último segundo, la menor rehusaría hacer uso de sus explosivos, aunque resultó herida en la detonación de una de sus compañeras. Su narración (recordemos, organizada por la Policía de Nigeria) nunca pudo ser verificada de manera independiente.
Al margen del testimonio de la joven Babangida, cierto es, no obstante, que el uso de terroristas suicidas por parte de Boko Haram se ha acrecentado desde el inicio del año. Ayer martes mismo, una joven de apenas 12 años se inmolaba en la ciudad de Gujba, en el estado de Yobe. De nuevo, en un mercado y provocando más de una decena de muertos. Un terremoto kamikaze que tuvo su replica este miércoles cuando cerca de 42 personas eran tiroteadas en el asedio de dos aldeas de los distritos de Biu y Hawul, en el estado de Borno.
Incremento en el último año
A pesar de que la última acción armada fue provocado por pistoleros, la conversión de vidas humanas (algunas, de apenas solo siete años de edad) en instrumentos para cometer masacres se agiliza por parte de los yihadistas, ante la campaña abierta por el Ejército en el noreste del país . Los datos son evidentes. Desde el pasado 30 de mayo, al menos 97 personas han perdido la vida en acciones kamikazes de Boko Haram. Cerca de 113 en el mes anterior.
Ya entonces, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertaba de que la milicia islamista había utilizado a mujeres y niñas en gran parte de los ataques suicidas perpetrados en el último año en el noreste de Nigeria.
Sólo en los primeros cinco meses de 2015, se produjeron 27 acciones de este tipo; por 26 en todo 2014 . Y de ellas, en tres cuartas partes estuvieron involucradas directamente mujeres o menores de edad.
El primer caso de mujeres suicida, en esta ocasión, de mediana edad, por parte del grupo radical se remonta al pasado 8 de junio de 2014 . Entonces, un soldado perdía la vida en un control militar después de que la terrorista se inmolara en la ciudad de Gombe. Solo un mes después, en julio, cuatro niñas realizaban otros tantos atentados simultáneos en diferentes puntos de la localidad de Kano, una de las más importantes del país, dejando seis muertes. De forma paralela, el Gobierno de Abuya reconocía entonces que tres adolescentes -de edades comprendidas entre los 10 y 18 años- habían sido detenidas en el estado de Katsina con explosivos en su cuerpo.
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