Restos de ADN estrechan el cerco sobre los presos fugitivos de Nueva York

Durante el pasado fin de semana, cientos de policías peinaron el condado de Allegany, después de que una mujer asegurara haber visto a dos personas que podrían ser los reos fugados de la cárcel de seguridad Clinton Correctional Facility el pasado 6 de junio. Todo apunta a que esa pista, que situaba a los fugitivos a casi 600 kilómetros del correccional, podría haber sido falsa. Hoy los esfuerzos se intensificaban de nuevo en las inmediaciones de la prisión de la que Richard Matt y David Sweat se escaparon . Fuentes de las fuerzas de seguridad confirmaron a varios medios locales que se habían encontrado rastros de ADN de los fugitivos en una cabaña en un bosque en la zona de Owls Head, en el condado de Franklin, unos 30 kilómetros al Oeste de la cárcel.

El hallazgo de estos restos biológicos movió a las autoridades a cerrar la búsqueda en Allegany y concentrar los recursos de nuevo cerca de la cárcel, donde en los primeros días tras la fuga se utilizaron 800 efectivos para encontrar a los fugitivos.

Charles Guess, mayor de la policía estatal de Nueva York, dijo hoy en una rueda de prensa que Matt y Sweat «podrían haber estado en una cabaña» en la zona donde la policía ahora intensifica sus esfuerzos. Reconoció que se habían encontrado objetos y que se habían enviado pruebas de ADN al laboratorio, pero no quiso confirmar si habían dado positivo.

Una fuente policial había dicho antes a «The New York Times» que los rastros de ADN indicaban que los dos reos podrían haber estado en la cabaña en las últimas 48 horas. Entre los objetos encontrados había ropa interior con la enseña de la prisión, aseguró la misma fuente.

Otras fuentes dijeron al periódico local «Press-Republican», de Plattenburg, que en la cabaña se encontraron botas, calcetines con restos de sangre y productos de limpieza, además de una jarra de agua y un bote de mantequilla de cacahuete abierto .

El propietario de un hotel cercano a la cabaña donde se encontraron estas pruebas aseguró al mismo medio que un hombre acudió a inspeccionar su cabaña y vio el agua y la comida encima de la mesa. Gritó exigiendo que saliera quien estuviera metido en el chamizo y vio a una persona huir corriendo por la puerta de atrás , pero no pudo reconocer a ninguno de los fugitivos.

Fuentes policiales anónimas aseguraron al «Press-Republican» que el cerco sobre los fugitivos se estrecha y que podrían ser detenidos pronto: «Los perros están siguiendo una buena pista y estamos reduciendo el perímetro. Confiamos en atraparlos en las próximas 24 a 48 horas».