Las promesas imposibles de Syriza impiden que Grecia supere la recesión

La izquierda radical ha invertido las políticas que empezaban a sacar al país de la crisis

Las promesas imposibles de Syriza impiden que Grecia supere la recesión reuters

begoña castiella

La extrema izquierda de Syriza y sus socios ultranacionalistas hacen frente a la crisis helena con altisonantes promesas e improvisaciones que han conducido a Grecia a la recesión y a la más profunda ruina justo cuando el país comenzaba a recuperarse. Syriza se las ha arreglado para dinamitar la confianza necesarias para salir del abismo en el que se encuentran sus cuentas. Quiere resultados no a partir de una negociación en busca del  consenso, sino a través del conflicto, sobre todo cuando se trata de buscar un acuerdo con los acreedores que mantienen con vida al país gracias a sus préstamo. El Gobierno insiste en un milagroso «acuerdo político» con la UE que desbloquee el dinero sin condiciones. al tiempo que exige una reestructuración de su deuda pública que rechazan sus acreedores.

Y es que este es un Gobierno de partido, en el que pesa sobre todo la opinión del comité central de Syriza , procedente en su mayor parte de un anticuado y dogmático  partido comunista, con una tradición de debates interminables entre anhelos y opiniones contradictorias, que no tienen en cuenta el tiempo real ni la necesidad de adoptar con rapidez decisiones cruciales. Syriza desconoce el funcionamiento de los mercados internacionales y del sector privado. Desconfían de técnicos y funcionarios del Estado, cuyas opiniones ignoran. Al tiempo que el ala más radical del partido (casi el 40% de sus filas) defiende un socialismo extremo fundado en teorías sin el menor fundamento pragmático y prefiere volver al dracma antes que transigir con las políticas de rigor que le exigen los acreedores. La consecuencia de todos estos factores es una larga lista de tropiezos económicos . Entre ellos, los siguientes:

Del crecimiento a la recesión

En el cuarto trimestre de 2014, gracias a las políticas del anterior gobierno conservador, se registro un crecimiento del 0,8 por ciento del PIB que, aunque escaso, ya anunciaba la senda de la recuperación. En el primer trimestre de 2015 Grecia ha vuelto a la recesión con un 0,2 por ciento de crecimiento negativo, que se prevé que siga aumentando.

Fuga masiva de depósitos bancarios

Desde principio de año los bancos han registrado una fuga de capitales de 33.000 millones de euros . Sólo en esta semana de bloqueo en las negociaciones han salido más de 3.000 millones de euros. Se calcula que al menos 6.000 millones se encuentran literalmente escondidos en los hogares griegos . Todos los bancos helenos han reducido sus préstamos a particulares y empresas. El 40% de sus créditos resultan morosos y el 70% de los préstamos que fueron refinanciados tampoco se devuelven en las condiciones acordadas.

Brusca desaparición de las inversiones

Cualquier proyecto de inversión está paralizado desde diciembre de 2014 (cuando se anunciaron las elecciones anticipadas que ganó Syriza). Lo que ha provocado el cierre de numerosas pequeñas y medianas empresas . El paro había comenzado a disminuir en el primer trimestre de este año (del 26% al 25,6%), pero ahora vuelve a aumentar.

El estado cae en bancarrota

El estado no paga a sus acreedores del sector privado (desde contratas para obras públicas hasta el suministro de gasas para los hospitales). Tampoco devuelve el IVA a los exportadores, ya que todo su dinero se dedica a pagar sueldos estatales y pensiones . Pero ni siquiera estos estarán garantizados si el país entra en quiebra. Todos los organismos públicos han debido entregar sus fondos a una cuenta especial del Banco de Grecia para centralizar los recursos. Así han debido hacerlo incluso los hospitales estatales y las universidades.

Las reformas no se aplican

Muchas de las reformas aprobadas por los anteriores Gobiernos no están siendo aplicadas o se han visto derogadas por nuevas leyes que contradicen lo legislado previamente . Estos son algunos ejemplos: vuelven a ser contratados los funcionarios que habían sido despedidos o jubilados para reducir el inmenso sector público; frente a las exigencias de disminuir los gastos, se aprueba la entrega gratis de electricidad y otros servicios a los mas necesitados; el Gobierno asegura que no puede hacer más recortes, pero mantienen el presupuesto de Defensa más abultado de Europa (2,45 por ciento del PIB); sigue estancada la creación de un nuevo sistema fiscal; y aunque se insinúa que podrían reanudarse las privatizaciones, estas se harían a la manera de Syriza. Serían «privatizaciones parciales», en las que el estado seguiría teniendo el control de la empresa.

La población ya no paga impuestos

Cada vez más griegos dejan de pagar sus impuestos , bien porque carecen de medios económicos, bien porque sencillamente no quieren pagar, a la vista de la incertidumbre existente y de las promesas de expansión del Gobierno.

La reforma fiscal sigue pendiente

El gobierno griego continúa apostando por la posibilidad de llenar las arcas del estado mediante una lucha contra el fraude fiscal . Propone crear una «comisión fiscal independiente» y una reforma que no llega. Lo cierto es que hasta ahora sus políticas solo han provocado una fuga masiva de capitales.

Política expansiva a ultranza

El Gobierno griego sigue apostando por una política expansiva, en la que se niega a subir el IVA, a imponer una tasa sobre el turismo, insiste en la entrega de subsidios a la vivienda y a la energía, no renuncia a readmitir a los funcionarios despedidos encaje y sueña con incrementar el gasto público .

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