Juncker tira la toalla y remite el caso griego al Eurogrupo al agotar el calendario

El entorno del presidente de la Comisión hablaba este domingo de que pese los progresos no hay acuerdo en los aspectos clave

Juncker tira la toalla y remite el caso griego al Eurogrupo al agotar el calendario efe

enrique serbeto

Las instituciones acreedoras están decididas a aguantar el pulso al primer ministro populista griego Alexis Tsipra s y con todos los plazos prácticamente vencidos despidieron ayer a los negociadores helenos con una nueva respuesta negativa a sus proposiciones. El entorno del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, hablaba ayer de que a pesar de los progresos los griegos siguen negándose a ceder en los aspectos esenciales que les exigen. El lenguaje da a entender que las «exigencias comunes» de la Comisión, del Banco central Europeo y del Fondo Monetario Internacional se mantienen invariables, mientras que el Gobierno populista griego se empeña en negarse a rebasar sus líneas rojas electorales.

La delegación griega formada por Ioannis Dragassakis, el negociador que sustituye en esta gestión al ministro Yanis Varufakis, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores Euclide Tsakalotos, y Nikos Pappas, el consejero del primer ministro populista Alexis Tsipras, fue vista entrando ayer a media tarde en la sede de la Comisión Europea, de la que volvió a salir apenas 45 minutos después, señal de que las negociaciones no evolucionaron mucho.

Fuentes comunitarias comunicaron poco después que los funcionarios que representaban a Juncker como mediador «han hecho un último intento este fin de semana para hallar, en estrecha cooperación con expertos de la CE, el BCE y el FMI una solución con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que permitiera una evaluación positiva a tiempo para el Eurogrupo del día 18». Según esta versión, «aunque se han logrado algunos progresos, las conversaciones no prosperaron, puesto que permanece una importante brecha entre los planes de las autoridades griegas y las exigencias comunes» de las instituciones acreedoras. Según estas fuentes, la diferencia se puede cifrar en medidas presupuestarias que van del 0,5% al 1% del PIB, y que equivalen a unos 2.000 millones de euros en recortes. Por ahora, lo que los griegos han propuesto «sigue siendo incompleto». El primer ministro griego dijo el sábado que podría aceptar condiciones «difíciles» a cambio de que sus socios le concedan a cambio una reestructuración de la deuda.

Después del fracaso de la reunión de ayer, la Comisión cree que la discusión ha de ir directamente al Eurogrupo, que se reúne formalmente el jueves, lo que tal vez se puede interpretar como una señal de que no hay que esperar más intentos de mediación por parte de la Comisión antes de que pase esa fecha.

Sin fechas

El problema es que el calendario ya no permite mucho espacio. Cualquier acuerdo ha de ser aprobado por el Eurogrupo -para lo cual se puede convocar una reunión extraordinaria e incluso por teleconferencia- y después ser ratificada por los parlamentos de varios países, entre ellos Alemania, para que se pueda desembolsar el dinero que los socios comunitarios tienen más a mano y que son los fondos destinados a la recapitalización del sector bancario griego.

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