Así es la vida en Mosul cuando se cumple un año de su captura por Estado Islámico
Un equipo de la BBC ha conseguido grabar el día a día de la ciudad iraquí donde todo aquel que no cumple los preceptos extremos de la ley islámica es castigado
Un equipo de la BBC ha conseguido grabar el día a día de la ciudad iraquí donde todo aquel que no cumple los preceptos extremos de la ley islámica es castigado
1
La caída de Mosul
Imágenes exclusivas tomadas por la BBC revelan cómo Estado Islámico ejerce el poder sobre la vida cotidiana de las personas en la segunda ciudad de Irak, Mosul, un año después de que fuera capturada. A pesar de vender las ciudades de Estado Islámico como lugares paradisiacos, comparándolas con complejos de vacaciones , la realidad es muy distinta.
En ellas se pueden ver mezquitas voladas, escuelas abandonadas y las mujeres obligadas a cubrirse por completo. Los residentes aseguran vivir bajo un miedo constante al castigo por no acatar la interpretación extrema que los yihadistas hacen de la ley islámica.
La caída de Mosul hace un año marcó el inicio de la expansión relámpago del EI a través del norte del país que vio el ejército derrotado y cientos de miles de personas obligadas a huir de sus hogares.
2
El control de las mujeres
Los vídeos, filmados durante varios meses del año pasado, revelan la realidad de la vida bajo el poder de EI. La primera serie muestra cómo las mujeres se ven obligadas a cubrirse completamente. Hanna (nombre ficticio) comenta en ellos cómo fue su experiencia con ocasión de salir a comer fuera de casa. «Un día me sentí tan aburrida que le pedí a mi esposo que me sacara aunque tuviera que llevar el khimar completo [un velo largo, similar a una capa que cubre el cabello, el cuello y los hombros completamente, pero deja la cara despejada]. Mientras me preparaba, él me dijo que me tendría que ponerme un niqab [velo de la cara]. Me sorprendió esto y consideré no salir, pero finalmente cedí», señala.
Una vez en el restaurante, al ver que no había nadie de EI y que el ambiente era familiar, Hanna se atrevió a quitarse el velo de la cara. Rápidamente acudió el dueño del local a decirle al marido que le pidiera a su mujer que se cubriera de nuevo porque eran habituales las inspecciones sorpresas de los guardias morales del grupo. Y que si la veían así le podían condenar a varios latigazos.
«Habíamos oído historias de hombres azotados por no ponerse guantes sus esposas. O de los padres de otra mujer a los que se les prohibió conducir su coche. Aquellos que se oponían a las directrices de los yihadistas eran golpeados y humillados».
«Cumplimos con la solicitud del propietario. Y empecé a preguntarme sobre cómo se habían transformado una situación»
3
Persecución de las minorías
La filmación realizada por un equipo de la BBC revela cómo los hogares pertenecientes a las comunidades de minorías étnicas y religiosas de Mosul han sido confiscadas por Estado Islámico. Muchas áreas residenciales, antes muy populares entre las minorías ahora están vacías.
Miriam, una ginecológa cristiana, lo ha vivido en primera persona. Gran amante de la lectura, y con una importante biblioteca, reconoce que salvó su cuerpo al salir de su casa pero dejó su «alma en ella, con mis libros».
«Me amenazaron y hostigaron [extremistas sunitas] antes de la captura de Mosul, pero me mantuve trabajando con los bebés de las mujeres de todas las religiones y sectas. Nunca he hecho ninguna diferencia entre mis pacientes ya que creo que todos merecen el mismo cuidado», señala en uno de los vídeos.
«Sin embargo, tuve que huir al caer Mosul. Después de mudarme a Irbil [en la región del Kurdistán iraquí] recibí una noticia impactante: Estado Islámico había confiscado mi casa y marcado con la letra" N "[para Nasrani, una palabra usada por EI para referirse a los cristianos]. Inmediatamente llamé a mi amigos en Mosul y les pedí que guardaran mis libros». Pero fue demasiado tarde. Su querida biblioteca fue tirada a la calle, donde algunos vecinos «pudieron rescatar algunos libros que ocultaron».
4
Intimidación, castigo y tortura
Las imágenes muestran también las mezquitas y santuarios destruidos. Los residentes hablan de castigos brutales para cualquier persona que contravenga la interpretación yihadista de la sharia, la ley islámica, que se impone como base que regula el «califato», cuya creación proclamaron los yihadistas semanas después de apoderarse de Mosul.
Zaid relata en una grabación la clase de castigos que se imponen en Mosul tras la entrada de EI. «La pena mínima es la flagelación, que se aplica para cosas como fumar un cigarrillo. El robo se castiga con la amputación de una mano, el adulterio por hombres, lanzando al infractor de un edificio alto; y el adulterio de la mujer, por lapidación hasta la muerte. Los castigos se llevan a cabo en público para intimidar a la gente, que a menudo se ven obligados a mirar».
Y añade: «Conozco a muchas personas que han sido detenidas por el EI. Algunos de ellos son mis parientes. Algunos murieron porque estaban en los servicios de seguridad. Otros han sido liberados. Cuentan historias inimaginables de atrocidades cometidas por EI en sus cárceles. Muchos de los que salen prefieren no hablar. Se quedan en silencio, porque están aterrorizados de que si hablan van a ser detenidos de nuevo».
5
Interrupción de la vida diaria
La vida para los residentes de Mosul ha cambiado de manera drástica. El combustible es escaso, la contaminación generalizada, la construcción se ha detenido y muchas escuelas están cerradas.
Hisham ha visto como su vida ha cambiado por completo con la llegada de EI. «He perdido mi trabajo y me he visto obligado a abandonar mis estudios. Como todos los demás, me niegan mis derechos básicos. Según EI, todo es 'haram' (prohibido) y así he terminado sentado en su casa todo el día. Incluso las actividades de ocio simples como picnics están prohibidas ahora en Mosul, con el pretexto de que son una pérdida de tiempo y dinero», explica.
«Los yihadistas se quedan con un cuarto del salario de todos como una contribución a pagar por la reconstrucción de la ciudad. La gente no puede decir que no porque se enfrentarían a castigos severos. Lo controlan todo. El alquiler se paga al EI y los hospitales son para uso exclusivo de sus miembros».
«Incluso han sustituido a los imanes en las mezquitas por su gente. Muchos de nosotros hemos dejado de ir a ellas ya que a los asistentes se les pide hacer un juramento de lealtad y no queremos».
Por otra parte, señala cómo su hermano sufrió veinte azotes «sólo por no cerrar su tienda durante el tiempo de la oración. La religión no puede imponerse por la fuerza», reclama.
6
Adoctrinamiento y vigilancia
Mahmud cuenta cómo vivió de cerca el adoctrinamiento al que someten los yihadistas a las generaciones más jóvenes de Mosul. Lo sufrió su hermano de 12 años. «Aunque el EI había tomado la escuela decidimos que siguiera yendo a ella, pues no había una alternativa mejor», relata.
Un día al llegar a casa vio a su hermano dibujar la bandera del Estado Islámico, mientras tarareaba una de sus canciones más famosas ... «Me volví loco y empecé a gritarle. Tomé el dibujo y lo rompí en pedazos delante de él, que se asustó y corrió a nuestra madre y empezó a llorar. Yo le advertí que si alguna vez volvía a llevar esa bandera a casa o a cantar una de las canciones de esa gente, le prohibiriá ver a sus amigos y le dejaría de hablar».
«Le sacamos inmediatamente de la escuela, ya que prefiero que no tenga ninguna educación a la que está promoviendo el EI. He llegado a la conclusión de que el objetivo de esta organización es plantar las semillas de la violencia, el odio y el sectarismo en las mentes de los niños»
7
A la espera de la ofensiva iraquí
Zaid (nombre alterado como los anteriores para no desvelar su verdadera identidad) ha sido testigo de cómo se está preparando la ciudad para recibir la esperada ofensiva del Ejército iraquí.
«El EI sabe que el ejército intentará retomar Mosul, por lo que están tomando precauciones. Han destruido la ciudad cavando túneles, construyendo barricadas, poniendo minas y bombas, y llenando la ciudad con francotiradores, lo que hará que sea muy difícil para el ejército. A pesar de esto, si el gobierno iraquí logra tomar Mosul volver a ser muy feliz. Espero que los desplazados y los refugiados logren regresar para que podamos trabajar juntos para construir un Irak seguro y unido. El EI es el enemigo de la humanidad.