El ala radical de Syriza amenaza a Tsipras con llevar a Grecia de nuevo a las urnas
Níkos Fílis, ha declarado públicamente que «si 12 diputados no votan el acuerdo y la fuerza del gobierno es 150 diputados, se convocarán elecciones de inmediato»
Tras el encuentro del lunes por la noche entre Angela Merkel, Jean Claude Juncker, Francois Hollande, Christine Lagarde y Draghi, la negociación de Grecia con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional entra en una nueva fase. El gobierno de Alexis Tsipras no ha dado a conocer los detalles de un posible acuerdo todavía, pero esta mañana la oficina del primer ministro ha informado que el gobierno heleno no ha recibido ningún borrador de acuerdo por parte de las instituciones, ni existe comunicación entre el primer ministro o otros altos cargos del gobierno con sus equivalentes en las instituciones.
Lo que sí esta claro es que Grecia no ha recibido los 7.200 millones de euros que quedan por entragar del segundo rescate y se enfrenta con grandes pagos este mes y el siguiente. El primero es de 300 millones de euros al FMI el 5 de Junio, algo que parece probable que conseguirá pagar el gobierno. Pero quedan otros tres este mismo mes (la cuenta total de Junio en pagos al FMI es de 1.600 millones).
Por otro lado, el estado se encuentra en bancarrota, siendo incapaz de pagar a sus proveedores y consiguiendo a duras penas pagar sueldos estatales y pensiones hasta ahora, utilizando todos los fondos estatales a su disposición.
La votación del acuerdo
Hace unos días el Ministro de Estado Níkos Papás, el más estrecho colaborador de Tsipras en el partido y en el gobierno, había dejado claro que habría disciplina de partido a la hora de votar el nuevo acuerdo en el Parlamento. Pero ahora el portavoz parlamentario de los radicales, Níkos Fílis, ha declarado públicamente que «si 12 diputados no votan el acuerdo y la fuerza del gobierno es 150 diputados, se convocaran elecciones de inmediato».
En este momento el gobierno cuenta con los 149 escaños radicales y los 13 escaños del partido nacionalista Griegos Independientes (escisión de Nueva Democracia). Un total de 162 votos, cuando la mayoría necesaria es 151. Para los radicales los votos de los conservadores, socialistas y diputados del nuevo partido El Río (que han anunciado que apoyarán un acuerdo que salvará al país de la quiebra y de una salida del euro) no cuentan: si los partidos del gobierno no aprueban el acuerdo, habrá de nuevo elecciones en las próximas semanas. Fílis ha recordado que la negociación «se encuentra en arena movediza y todavía no se han finalizado las medidas» y a la pregunta de que ocurriría si los prestamistas lanzaran un ultimátum del tipo «lo toman o lo dejan» (take it or leave it), contestó que el gobierno no puede aceptarlo, ya que ello supone salirse del programa y del mandato popular recibido en las elecciones de este enero.
Por su parte, el ministro de Trabajo Pános Skurlétis ha dejado claro en la radio Skai tambien esta mañana que si no se consigue un «compromiso honesto con sus socios», el gobierno deberá solicitar un nuevo mandato popular, porque «cuando eres elegido, no recibes un cheque en blanco… Si se llega a un acuerdo que no presenta un compromiso justo, habrá que preguntar al pueblo antes de firmar».
Lo mismo ha declarado el vicepresidente del gobierno que encabeza las negociaciones, Yánis Dragasakis: «No aceptamos ultimátums, no cedemos al chantaje». Y ha insistido insistido en que «la economía griega y la sociedad no pueden aguantar más austeridad». En la misma línea se ha recibido el twitter del eurodiputado radical Dimitris Papadimulis: «Ahora que llega la finalización de la negociación, es le momento de los líderes y de la responsabilidad colectiva. No hay espacio para ultimátums».
Quienes conocen bien a Tsipras se preguntan cuál será su postura: salvar al país de una quiebra aceptando medidas que contradicen lo prometido en su programa electoral o seguir al ala mas dura de su partido, obedeciendo las consignas del comité central de Syriza. De hacer lo primero, deberá, entre otras cosas, «deshacer» algunas de las leyes que ha aprobado su gobierno, empezando por la que permite volver a contratar a funcionarios despedidos. De inclinarse por lo segundo, pasaría a la historia como el primer ministro del primer gobierno de izquierda que hundió al país.
La intransigencia de los socios
Los medios griegos no han visto hasta ahora ningún borrador de acuerdo. Pero si reflejan la información sobre un borrador filtrado desde Bruselas donde se mencionan nuevos impuestos y otras medidas fiscales para que el estado pueda recaudar 3.500 millones de euros mas anualmente. El texto también subrayada aparentmente los grandes problemas de la negociación:cambios en las leyes laborales,reforma de pensiones e impuesto inmobiliario. Posiblemente fue lo que provocó el artículo del primer ministro Alexis Tsipras publicado en el diario francés «Le Monde» el domingo, en la que hablaba de la «intransigencia» de los socios.
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