El partido de Beppe Grillo se perfila como segunda fuerza en las regionales italianas
La corrupción y el desprestigio de las regiones auguran una alta abstención en las elecciones locales del próximo domingo
Se dice siempre que Italia es un país de santos, poetas y navegantes. Y de elecciones, podría añadirse, porque aquí se vota continuamente. El próximo domingo hay comicios en siete de las veinte regiones italianas (Veneto, Liguria, Toscana, Marche, Umbria, Campania y Apulia), y en numerosas ciudades pequeñas y grandes. Es un voto que regularmente tiene consecuencias políticas nacionales. Servirán para medir el liderazgo de Matteo Renzi, quien confía en ganar en cinco de las siete regiones.
La abstención será alta porque las encuestas indican que el 52 por ciento de los italianos no se reconocen en ninguna fuerza política y porque las regiones, una institución con 45 años de vida, tienen cada vez menos aprecio entre los ciudadanos. Las consideran caras, ineficaces, propensas al clientelismo y muy alejadas de las necesidades de los ciudadanos. No es de extrañar, por tanto, que ante el nuevo centralismo que avanza en Italia alimentado por Matteo Renzi, el actual presidente de la región de Campania, Stefano Caldoro, haya hecho campaña electoral proponiendo oficialmente la abolición de las regiones; mientras el aspirante a la presidencia de la Apulia ha prometido que será «el alcalde» de la región.
El desprestigio de las regiones se ve acentuado porque en ellas abundan los caciques locales y se ha extendido la corrupción, un problema que se consideraba ligado sobre todo al sur, pero diariamente se comprueba que también es práctica corriente en el norte. Son tantos los nombres de candidatos ligados a casos de corrupción que aparecen en las listas de candidatos, que las del próximo domingo serán recordadas como las elecciones de los «impresentables». Esto se ha dado siempre en todas las listas, ya fueran de derecha o de izquierda, pero ahora el caso ha explotado con virulencia porque la candidatura del exalcalde de Salerno, Vincenzo de Luca, aspirante a la presidencia de Campania, ha creado gran embarazo al Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi, porque De Luca está condenado en un juicio de primer grado por abuso de poder, lo que puede invalidar su eventual elección.
El gran beneficiado por la abstención y la cuestión moral de los «impresentables» puede ser el Movimiento 5 Estrellas del populista Beppe Grillo, que se perfila, tras el PD de Renzi, como segundo partido italiano, al estar el centro-derecha muy fragmentado y sin liderazgo. Italia se pregunta hoy cuál será el eco que tendrán las elecciones regionales del domingo pasado en España, seguidas aquí con enorme interés. No existe en Italia un Podemos, pero Matteo Renzi debe hacer frente a una amplia área populista y antisistema, que representa más de un tercio del electorado, destacando Grillo (18-19 %) y la Liga Norte (13-14 %).
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