Los médicos recomiendan abortar a la niña portuguesa que fue violada por su padrastro
La ley le impide interrumpir la gestación porque supera los cinco meses, pero la escasa edad de la afectada aconseja la medida
El embarazo de la niña portuguesa de 12 años violada reiteradamente por su padrastro debe interrumpirse para evitar un daño psicológico irreparable, concluye el equipo médico del Hospital Santa María de Lisboa, donde se encuentra ingresada.
El Código Penal en vigor impide a la menor abortar, puesto que el proceso de gestación ya supera los cinco meses y no está acreditado ningún mal físico para la criatura. El limbo legal entra en juego si tenemos en cuenta los efectos psicológicos que se pueden derivar, pues la norma no especifica nada en casos así.
La edad precoz de la afectada trastoca, sin embargo, la aplicación de la ley pura y dura. De hecho, los especialistas en obstetricia, pediatría y pedopsiquiatría no han dudado al recomendar abiertamente que se preserve la salud y el bienestar de una persona manifiestamente inmadura para sacar adelante a un hijo.
Ahora corresponde a su madre biológica decidir definitivamente si se pone fin al embarazo, tal como certifica el Ministerio de Sanidad respaldando a los doctores del centro. Sólo ella puede autorizarlo, en vista de que le pequeña tiene menos de 16 años.
El rocambolesco caso mantiene en vilo a la sociedad portuguesa. Las agresiones sexuales por parte del compañero sentimental de la madre, que se halla en prisión preventiva, comenzaron hace más de tres años.
