Hollande afronta su tercer año en el Elíseo con 500.000 parados más
A finales del mes de enero pasado, 3.494.400 franceses estaban sin trabajo
François Hollande celebra el tercer aniversario de su elección como presidente de la República, con 572.300 nuevos parados, con el crecimiento económico más débil de la zona euro y un proyecto de «reconquista» del electorado «bobo» (burgués bohemio).
Según las estadísticas oficiales, el 6 de mayo de 2012, el día de la elección de Hollande como jefe del Estado, en Francia había 2.922.150 parados. A finales del mes de enero pasado, 3.494.400 franceses estaban en el paro: 572.300 nuevos parados en 32 meses de presidencia Hollande.
A lo largo de la campaña electoral de 2011 / 2012, el candidato Hollande prometió que el paro «comenzaría a bajar» a finales del 2013. Catorce meses más tarde, el presidente «espera» terminar su mandato presidencial, el 2017, con una «mejora significativa».
Esas cifras pesan como una losa tumbal en la credibilidad del jefe del Estado. Según los últimos sondeos, entre un 78 y un 80 % de los franceses tienen mala o muy mala opinión del presidente de la República.
Las previsiones económicas de la Comisión europea, el FMI y la OCDE confirman al unísono que Francia se ha convertido, con Italia, en el «farolillo rojo» de la zona euro, en materia de crecimiento. Cuando el Reino Unido, España, Alemania y Grecia crecerán este año por encima del 2 %, Francia continuará estancada con un crecimiento que difícilmente podrá ser superior al 1 o 1,25 %.
Ni los sondeos ni los malos resultados económicos merman el optimismo voluntarista de Hollande, que celebra el tercer aniversario de su elección como presidente con una operación de comunicación que el vespertino «Le Monde» presenta con este titular: «Jóvenes y “bobos”, los nuevos objetivos electorales de Hollande».
La franja electoral «bobo» -del inglés “bourgeois bohemian”, “burgués bohemio” es un jóvenes acomodados y “modernos”- reprenta un electorado influyente, con sólido poder adquisitivo, cosmopolita, «abierto al mundo», con una visión «moderna» de la sociedad.
Para lanzar su nueva campaña de comunicación, Hollande fue el invitado especial de un programa de Canal Plus especialmente dirigido al público “jóven y bobo”, «Le Supplément». Dos horas y media largas de entrevista “alfombra” y un interminable rosario de chistes, bromas y diálogo directo con jóvenes “bobos”. Nada de 'proletas', parados, familias de clase media o víctimas de la crisis.
Cuando el FN (extrema derecha) se ha convertido en el primer partido obrero de Francia, Hollande no fue «molestado» con agrias preguntas sobre tal proceso histórico. El presidente, por el contrario, dejó caer una comparación de cierto alcance: «Marine Le Pen hace hoy compaña con la literatura de los panfletos del Partido Comunista Francés, PCF, de los años 70 del siglo pasado». Extrema izquierda y extrema derecha apreciarán esa comparación: con ese PCF ganó el poder François Mitterrand en 1981, cuando Hollande entró por vez primera en el Elíseo como «consejero» para asuntos económicos de Jacques Attali, el jefe de la guardia pretoriana del difunto presidente.