Ted Cruz y Rand Paul desatan la carrera republicana a la Casa Blanca
Las candidaturas de ambos senadores aceleran la competición interna en un bando conservador muy variopinto
El conservador Ted Cruz ha tenido lo que pretendía –toda la atención de los medios– con su decisión de ser el primero en anunciar formalmente su candidatura a la Casa Blanca. Tras Cruz, el siguiente en el bando republicano en dar un paso adelante fue Rand Paul , senador de Kentucky, y se cuenta con que no acabará el mes sin que también el exgobernador de Florida Jeb Bush dé ese mismo paso. Pero a diferencia de lo que ocurre con Clinton, que no parece vaya a tener rival de consideración en las primarias demócratas, el campo republicano se presenta esta vez más multitudinario que nunca.
El senador Rand Paul es un disidente dentro del campo conservador, una «rara avis», un republicano opuesto a guerras en el extranjero, que defiende el derecho a la privacidad frente a la cibervigilancia y que quiere hacer historia al llevar a la Casa Blanca la visión del Estado moderadamente ácrata de los «libertarios» republicanos. Rand Paul, de 52 años, sin embargo, ha suavizado el ideario «libertario» de su padre Ron Paul , quien mantuvo en el pasado la bandera de la heterodoxia. Pero lo cierto es que tendrá que enfrentarse al núcleo duro de su partido en asuntos clave como la política exterior o su disposición a recuperar el patrón oro.
Por su parte, Ted Cruz, senador de Texas, hijo de un cubano emigrado a EE.UU. en 1957, aspira a consolidarse como la opción más derechista del partido. Y confía en que la derechización de las bases republicanas, que explicó el surgimiento del Tea Party en 2010, le acabe dando la victoria sobre Jeb Bush, el candidato del establishment, de posiciones centradas. «Solo daremos la vuelta a este país si energizamos y movilizamos un ejército de conservadores con coraje», afirmó al anunciar su candidatura en la Liberty University de Virginia. En su opinión, si los anteriores presidenciables republicanos (John McCain en 2008 y Mitt Romney en 2012) no ganaron a Obama fue porque no defendieron un mensaje claramente conservador.
De 44 años, Cruz lleva solo dos como senador, lo que normalmente es poco tiempo para lanzarse a una carrera presidencial, si bien la misma corta experiencia era la que tenía Barack Obama cuando optó a la Casa Blanca. Cruz nació en Calgary (Canadá), donde temporalmente sus padres trabajaron en el sector petrolero. Ya en EE.UU., desde adolescente se distinguió por dos características que le han acompañado: sus cualidades para ganar debates y los pocos amigos entre sus iguales.
Oposición dura
Así, en sus dos años de senador ha hecho hábil uso de la tribuna de oradores para intentar bloquear iniciativas de Obama (como la puesta en marcha de la reforma sanitaria), con prácticas que en ocasiones le han enfrentado a sus propios correligionarios.
Considerando que el apoyo del sector moderado del Partido Republicano lo tiene asegurado Bush, hijo y hermano de presidentes , la incógnita es saber quién le rivalizará desde la derecha. Entre los conservadores, Cruz tendrá que luchar contra Mike Huckabee y Rick Santorum, si formalizan su candidatura. Ambos ganaron en la conservadora Iowa (en 2008 y en 2012, respectivamente), el primer estado de las primarias, que condiciona mucho el arranque de la carrera. Otro contendiente puede ser Ben Carson, un médico neurocirujano de origen afroamericano valorado por haber criticado la reforma sanitaria, así como el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, de origen indio.
Aliados iniciales del Tea Party, pero luego en un viaje hacia el centro aunque sin llegar a él, dos probables candidatos intentan cubrir mejor el amplio abanico ideológico republicano: el senador de Florida Marco Rubio y el gobernador de Wisconsin, Scott Walker. El primero se acerca más en cuanto a perfil a Jeb Bush, quien fue su mentor cuando fue gobernador de Florida, y el segundo aspira a ser su alternativa a la derecha.
Dentro del establishment, la figura centrada del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y la algo más a la derecha de Rick Perry, exgobernador de Texas, y de Lindsey Graham, senador de Carolina del Sur, no suponen de momento una amenaza para Jeb Bush.
Noticias relacionadas