Miles de brasileños reclaman en las calles el juicio político a Dilma Rousseff

Nuevas protestas por el caso Petrobras piden el «impeachment» a la presidenta, avalado por el 63% de los ciudadanos

Miles de brasileños reclaman en las calles el juicio político a Dilma Rousseff afp

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Miles de personas indignadas por el megaescándalo de corrupción en la empresa estatal Petrobras marchaban este domingo en Brasilia y otras 19 grandes ciudades de Brasil contra el gobierno de Dilma Rousseff, en las primeras de cientos de protestas convocadas para esta jornada.

Los organizadores esperaban que las cifras de asistentes crecieran a lo largo del día. Sin embargo, la convocatoria era significativamente menor a la de la primera gran marcha contra Rousseff del 15 de marzo, que reunió a cerca de un millón de manifestantes. La policía estimó que unas 19.000 personas han salido a las calles este domingo, mientras que los organizadores daban cuenta de unas 48.000, según los números recopilados por el portal de noticias G1.

«Vinimos por todo lo que está sucediendo en Brasil y este gobierno no está haciendo nada. El pueblo tiene que mostrar persistencia y manifestar su indignación, su insatisfacción», dijo a la AFP una de las manifestantes en Brasilia, Dianira Loubet, una instructora de yoga de 75 años.

Como en la anterior protesta, muchos manifestantes vestían la camiseta amarilla y verde de la selección brasileña y reclamaban el «impeachment» (destitución) de la presidenta, quien comenzó su segundo mandato hace poco más de tres meses.

«Fuera Dilma», «Fuera PT», «La culpa es de las estrellas», «Gobierno de corruptos», rezaban algunas de las pancartas. Un grupo minoritario reclamaba incluso una intervención militar contra el Gobierno, aunque ese no es el sentir de la mayoría.

«El principal objetivo (de las protestas) es obtener la destitución de Rousseff, o su renuncia», dijo el politólogo Fabio Ostermann, uno de los líderes del Movimiento Brasil Libre (MBL) que organiza las protestas, en una entrevista telefónica con la AFP. «La elección no da a la presidenta un salvoconducto para hacer lo que quiera. Su omisión con el escándalo en Petrobras la coloca en una situación de mucha irresponsabilidad (...) El cargo de presidente de la República debe estar por encima de cualquier sospecha», agregó.

Trece senadores, 22 diputados, dos gobernadores, el tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores y exfuncionarios del Poder Ejecutivo son investigados por su presunta participación en una red de corrupción y sobornos en la estatal Petrobras que movió unos 4.000 millones de dólares en la última década.

Rousseff enfrenta asimismo dificultades en el frente económico, con una economía casi estancada y una inflación que alcanzó el 8,13%, y en el político, por lo cual ha tenido que ceder mucho poder al partido PMDB, principal aliado del PT en la coalición de gobierno.

Apoyo al juicio político

Pese a que Dilma Rousseff no está siendo investigada por el caso de corrupción en Petrobras, el 63% de los brasileños considera que las denuncias de corrupción ya ameritan un juicio político contra la presidenta brasileña, según una encuesta difundida este fin de semana por la consultora Datafolha.

La mayoría de los consultados para el sondeo, un 57%, estimó que Dilma «estaba al tanto y permitió» los hechos de corrupción en la petrolera estatal, mientras que un 26% dijo que «estaba al tanto y no pudo evitarlos». Sólo un 12% opinó que «no sabía» nada del petrolão.

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