De Lisboa a Londres… la ruta de la yihad
La conexión africana de Portugal se establece como caldo de cultivo para reclutar a jóvenes de entre 20 y 30 años que acaban integrándose en las filas del Estado Islámico
Proceden de las antiguas colonias lusas (Guinea Bissau, Angola, Mozambique), se crían en Lisboa o alrededores y después dan el salto a Londres para radicalizarse definitivamente antes de viajar a Siria e Irak.
Es una ruta de la yihad que también alberga una contrapartida: militantes procedentes del Reino Unido que se plantan en el extrarradio de la capital portuguesa para esconderse temporalmente.
No se trata del itinerario más numeroso del continente, pero Interpol advierte sobre la progresión geométrica que marca su crecimiento en los últimos meses, especialmente desde que airearon en internet un plan a cinco años vista para expandirse por Europa.
«La Guerra Santa es la única solución para la humanidad», se le ha escuchado al yihadista portugués apodado Abdu, convertido en cabecilla de varias células, como también Nero Saraiva, realizador «estrella» de los macabros vídeos que impactan en todo el mundo.
Recuperación de Al Andalus
Varios expertos internacionales en terrorismo, caso del español Miguel Torres Soriano, recuerdan: «Cada vez que ellos mencionan la recuperación de Al Andalus, se refieren también a Portugal. No distinguen entre naciones, sólo les importa el conjunto de la comunidad musulmana en la Península Ibérica».
Su concepción de Al Andalus se circunscribe a aquellas zonas de España, Portugal y Francia que fueron ocupadas por los moros entre 711 y 1492. Su ideario estima, en pleno siglo XXI, que tales territorios aún les pertenecen, de acuerdo con un verso del Corán que reza: «Y mátalos allá donde se encuentren y expúlsalos de donde te han expulsado a ti».
Los servicios secretos británicos no dejan de precisar la verdadera identidad de las decenas de islamistas lusos que pueblan los guetos de East London desde que abandonaron las calles de Lisboa.
Uno de los casos más llamativos aconteció el año pasado, cuando el «guerrillero» Abu Isa Al Andalus fue reconocido como Celso Rodrigues da Costa, quien de joven llegó a jugar en las categorías inferiores del Sporting de Lisboa junto a Cristiano Ronaldo.
Este individuo se permitió manifestar en un vídeo para captar adeptos: «Si tienes familia en países infieles, sucederá muy probablemente que no tendrás control sobre tus hijos. Tienes que ponerlos en escuelas infieles y no sabes quién les va a enseñar. Igual pueden salir homosexuales, traficantes de drogas o pederastas. Hay que proteger a nuestros hijos de esos animales, de esa gente sucia. Alá dice que son las peores criaturas. Entonces, ¿qué prefieres? ¿vivir entre ellos o vivir entre muyahidines?».
Otro analista español, Óscar Pérez Ventura, alerta: «Estos yihadistas ibéricos son muy peligrosos», mientras que Fernando Reinares advierte: «Portugal debería estar muy pendiente de los movimientos de los radicales islamistas en su territorio y de los que ejercen ese papel en Alemania, Holanda o Francia».
Los yihadistas saben perfectamente que el control policial es menor en Portugal que en estos países citados, y precisamente ahí se asienta la elección de Lisboa como trampolín.
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