Arabia Saudí, refugio de dictadores caídos

Un día después de lanzar una ofensiva armada contra las fuerzas rebeldes chiíes que están a punto de conquistar Yemen, Arabia Saudí confirmó ayer la llegada a Riad del presidente yemení Mansur Hadi. El dirigente suní se encontraba refugiado en Aden, último refugio de sus leales, y ante la rápida ofensiva de los chiíes yemeníes (hutíes) fue rescatado y trasladado por barco a Arabia Saudí.

Hadi fue designado presidente de Yemen en 2012, tras el acuerdo promovido por los países del Golfo para desplazar del poder al presidente Saleh, después de 33 años de dictadura. En su calidad de vicepresidente, Hadi fue promovido al liderazgo por Arabia Saudí, pero durante estos años fue incapaz de poner en orden un país abocado al caos. El nuevo dictador yemení terminó por granjearse el odio de la poderosa comunidad chií, apoyada por Irán.

La llegada de Hadi a su exilio dorado en Arabia Saudí se suma a la del dictador tunecino, Ben Alí, que en enero de 2011 fue acogido igualmente, junto a toda su familia, por el régimen wahabí cuando estalló la Primavera Árabe. En 1980, el régimen saudí acogió al dictador ugandés Idi Amín hasta su muerte, ocurrida en 2003