El primer ministro de Túnez reconoce la presencia de infiltrados en la Policía
«Se ha efectuado una primera ola de destituciones entre cuadros superiores, que incluyó a los directores generales de la Seguridad Nacional, de la Seguridad Pública y el de Servicios Técnicos», ha asegurado
El primer ministro tunecino , Habib Essid, ha admitido que las fuerzas de Seguridad tiene elementos infiltrados y que por ello se ha iniciado una purga que ayude a evitar que se produzcan en el futuro atentados yihadistas como el que hace una semana costó la vida a 21 personas, 20 de ellas turistas.
En declaraciones a la radio local, el jefe del gobierno aseguró que «se ha emprendido una estrategia completa para purgar el ministerio del Interior de una policía paralela así como para reparar los fallos constatados», afirmó.
«Por eso, se ha efectuado una primera ola de destituciones entre cuadros superiores, que incluyó a los directores generales de la Seguridad Nacional, de la Seguridad Pública y el de Servicios Técnicos, que se ha ampliado en una segunda fase de despidos», agregó.
Al hilo de este argumento, Essid, que fue alto cargo del propio ministerio del Interior en tiempos de la dictadura del derrocado Zine el Abedin Ben Ali, insistió en la necesidad de solventar las diferencias que existen en el ministerio.
«Tiene que haber un entendimiento entre el ministro del Interior, Mohamed Ali Garsalli, y sus manos derechas, para que pueda tomar decisiones coherentes que sigan en una misma línea», afirmó.
La masacre ocurrió el miércoles de la pasada semana cuando un joven de unos veinte años abrió fuego contra un autobús en el aparcamiento del Museo del Bardo en el que viajaban unos 40 turistas, la mayoría de ellos de habla hispana.
Según las fuerzas de Seguridad, desde el ataque se ha detenido a una veintena de personas, cuatro de ellas por su supuesta participación en los hechos y el resto por presuntos vínculos con el aparato logístico de los terroristas, vinculados al parecer con el autoproclamado Estado Islámico (EI).
La destitución de 12 altos jefes y de jefes de distritos «es sólo un primer paso para poner orden en Interior cuyas fuerzas de seguridad y antiterrroristas que se vieron desmantelados y descabezados cuando gobernaron los islamistas de Al Nahda», explicó a Efe a miembro de Interior, que prefirió no ser identificado.
«Eso, unido a la falta de preparación o formación deficiente, y de errores en la selección de los nuevos policías, en esa época, ha propiciado la cadena de errores y deficiencias constatada en el atentado del Bardo», agregó.
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