La agencia de noticias Reuters, última víctima de la censura de internet en China
El régimen de Pekín bloquea el acceso a su página «web», como ya hace con otros medios como «The New York Times», «Bloomberg» y «The Wall Street Journal»
La agencia Reuters se ha convertido en la última víctima de la censura china en internet. Sus portales de noticias, tanto en inglés como en mandarín, han quedado bloqueados este viernes después de sufrir problemas de conexión el jueves por la noche, según informó la propia agencia de noticias. Sin embargo, sus servicios de datos financieros y noticias económicas siguen operativos.
«Reuters está comprometido a ejercer un periodismo justo y preciso en todo el mundo. Reconocemos la gran importancia de las noticias de China para todos nuestros clientes, y esperamos que nuestros portales de noticias sean pronto restablecidos», explicó una portavoz de la agencia en un comunicado.
Además de Reuters, la censura china en internet impide el acceso a otros medios de comunicación internacionales como The New York Times, Bloomberg, The Wall Street Journal y El País por sus informaciones críticas con el autoritario régimen de Pekín. Cada vez que emiten noticias políticamente sensibles, las emisiones de grandes cadenas de televisión como la BBC o la CNN también se ven bloqueadas.
Para ello, las autoridades chinas utilizan unos sofisticados filtros tecnológicos que ya han sido bautizados como la «Gran Muralla cibernética» («Great Firewall» en inglés). Suministrado por multinacionales como Microsoft y Cisco, así se conoce al sofisticado sistema informático que, operado por decenas de miles de programadores y vigilantes de la Policía, controla internet y anula los portales con contenidos políticamente sensibles. Entre ellos destacan los que critican al autoritario régimen de Pekín, reivindican la independencia del Tíbet o denuncian los abusos contra el ilegalizado culto «Falun Gong», pero también importantes canales de noticias, vídeos y, sobre todo, foros donde sus usuarios puedan intercambiar libremente sus opiniones y fotografías, como Facebook, Twitter, Flicker o Instagram.
Durante los últimos meses, el régimen ha intensificado esta censura, que ralentiza internet hasta extremos exasperantes y no permite abrir numerosos portales ni páginas tan populares como Google, bloqueada por negarse a plegarse a las exigencias chinas. Debido a sus problemas para operar en este país, Yahoo, otro de los motores de búsqueda más utilizados del mundo, acaba de anunciar que cerrará su oficina de Pekín, donde trabajaban unos 300 empleados.
Temeroso del papel que los portales de noticias y las redes sociales jugaron en la propagación de la «Primavera Árabe», cuyas manifestaciones se convocaban y difundían en tiempo real a través de Facebook y Twitter, el régimen lleva varios meses elevando la altura de la «Gran Cibermuralla» china. En concreto, desde que a finales de septiembre estallara la «Revuelta de los Paraguas» en Hong Kong, un territorio que goza de más libertades que el resto del país y donde las redes sociales movilizaron a decenas de miles de personas que se echaron a la calle para reclamar democracia.
Pero todas estas trabas no solo afectan a los 650 millones de internautas chinos, sino también a las miles de empresas extranjeras que operan en este país, así como a científicos y artistas cuyo trabajo depende de sus comunicaciones con otros países. Debido a la lentitud de las conexiones y a la enorme cantidad de filtros sobre contenidos no ilegales, tanto la Cámara de Comercio de Estados Unidos como la de la Unión Europea ya han denunciado el perjuicio económico que están sufriendo sus empresas. Además de alertar sobre el daño a sus negocios, advierten de que China también se verá perjudicada si continúa cerrándose al mundo.
Para eludir la censura y tener acceso a páginas «web» prohibidas, los usuarios han de contar con una VPN (virtual private network o red virtual privada), una conexión a un servidor en el extranjero. A pesar de su efectividad para saltar la «Gran Muralla» china de internet, incluso estos servicios han tenido estos problemas durante los últimos meses por el refuerzo de la censura.
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