Suplanta la identidad de una joven para ligar en las redes sociales
Leah Palmer se presentaba como una chica británica, atractiva, soltera, de veintitantos años, que vivía en Dubai
Ruth Palmer no se podía imaginar lo que estaba ocurriendo a sus espaldas. «Ruth, ¿has visto la foto?», le preguntó una de sus mejores amigas, que acababa de encontrar una foto suya en las redes sociales, con otro nombre, informa la « BBC ».
Muchos hombres pueden haberse fijado en Leah Palmer en la app de citas «Tinder», en busca de un romance. Lo que pocos saben es que Leah no existe. La mujer que aparece en las fotos es Ruth, felizmente casada con Benjamin Graves, al que Leah tacha de «psicótico ex», para justificar su aparición en las fotos.
«Una amiga me mandó una de foto donde yo aparecía con algunos amigos de la universidad de hace cuatro años, pero era una captura de pantalla de la cuenta de Instagram de otra persona. No sólo había fotos mías, también de mis amigos», declaró Ruth a la BBC.
Cuando Ruth vio que la falsa Leah estaba contactando con hombres con estos perfiles, consiguió hablar con algunos de ellos a través de Skype, siempre acompañada de su marido.
En seguida se daban cuenta de lo que había pasado, cuenta Ruth, porque la Leah con la que habían hablado por teléfono tenía un acento completamente diferente.
«Algunos de estos hombres tenían relaciones online con ella, habían intercambiado imágenes explícitas… No puedo ni imaginarlo», relata la verdadera Palmer.
Ruth trató de contactar con Leah. «Tenía dos teléfonos. El primero sonó, atendió, llegué a saludar pero colgó en menos de dos segundos».
La joven no dudó en acudir a comisaría, pero fue en este punto cuando Ruth se dio cuenta de la gravedad de la situación: la policía le informó que si aparte de sus fotos, no utilizaba su nombre, ahí no había mucho que hacer y se archivaba el caso.
La gota que colmó el vaso fue al descubrir la siguiente información: Leah había seducido a un golfista profesional y a «un DJ de renombre internacional».
«Es horrible, no puedo entender lo que le debe estar pasando por la cabeza a esta persona para hacer esto», dijo.
«Ha sido horrible para mí, mi familia, mis amigos y esposo».
«Ahora estoy temerosa de quién se trata, ya que aparentemente no son capaces de detener esto y nada parece detenerlos», se lamenta Ruth.