elecciones en israel
La multa a Likud por una grabación falsa y el polémico post de Netanyahu en Facebook
La jornada electoral en Israel transcurre con cierta normalidad aunque no han faltado algunas circunstancias extraordinarias
La Comisión Electoral israelí multó hoy al partido gobernante Likud con 20.000 shékels (unos 5.000 dólares o 4.730 euros) por una grabación falsa de un rival en la que expresa supuestamente su apoyo al primer ministro Benjamín Netanyahu.
Los hechos se refieren a una antigua grabación del ex ministro de Comunicaciones y líder del partido Kulanu, Moshé Kahlón, que fue enviada ayer a los votantes en mensajes telefónicos.
En ella se escucha al ex ministro, que fue miembro del Likud hasta hace dos años, alabando a Netanyahu y diciendo que es el único dirigente posible para Israel.
La grabación data de un proceso electoral anterior, cuando Kahlón militaba en el partido Likud.
Tras ser denunciado por Kulanu, el Likud alegó que era obvio que el votante sabía que la grabación no podía ser actual, pero el juez retirado Salim Yubrán, jefe de la Comisión Electoral, consideró que se había hecho uso ilegal de la voz y que era improcedente antes de unas elecciones.
«Existe plena comprensión que el envío de la grabación, un día antes de los comicios, confundiría al votante», señaló.
Al formar su partido hace sólo unos meses Kahlón se declaró como un likudista pragmático y acusó a Netanyahu de haber permitido que el Likud se convirtiera en una formación política radical, lejos de la ideología de su fundador el ex primer ministro Menahem Beguin.
Según los últimos sondeos, el nuevo partido de centro derecha creado por Kahlón podría quitar hasta 10 escaños a su antigua formación.
El post de Netanyahu en Facebook
Este no es el único incidente de la jornada electoral. Un polémico post en Facebook del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el que exhorta a sus seguidores a acudir a las urnas para contrarrestar el presuntamente creciente voto de la minoría árabe ha generado las condenas de la izquierda israelí.
«Ningún líder occidental osaría hacer semejante comentario racista», se quejó la diputada laborista Shelly Yachimovich a través de su página de Facebook, tras conocer que el primer ministro había instado a sus seguidores a votar con ese argumento.
«Imaginaos un primer ministro o presidente en cualquier democracia que advierta de que su gobierno está en peligro porque, por ejemplo, los votantes negros acuden en masa a las urnas. ¿Es horrendo, verdad?», ejemplificó esta ex dirigente del Partido Laborista.
Poco antes, el jefe del partido Likud y principal aspirante a primer ministro en estas elecciones había colgado un mensaje en el que advertía que el gobierno de la derecha en Israel estaba en «peligro» debido al alto índice de participación entre la minoría árabe que, por primera vez en la historia, acude a los comicios con una coalición única que reúne a cuatro formaciones.
«Los votantes árabes están acudiendo en manada a las urnas. Organizaciones de izquierdas los están transportando», alertó Netanyahu en su polémico mensaje.
Su correligionaria, Miri Regev, una de las diputadas más nacionalistas del Likud, incluso precisó que el transporte lo organizaba una plataforma llamada V15, que desde hace unos meses lleva a cabo una campaña apartidista pero destinada a relevar a Netanyahu como jefe de Gobierno.
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